La crisis financiera que atraviesa Chipre entró en una nueva y peligrosa etapa, después de que el Parlamento rechazó un rescate por 10.000 millones euros por parte del FMI y la UE que incluía una quita de 5.800 millones de euros a las cuentas bancarias chipriotas.
A menos que Nicosia encuentre una alternativa para captar ingresos, o que la UE o el FMI suavicen los términos de su oferta de salvataje, el sistema bancario de la isla podría perder acceso a los préstamos baratos del banco central que hace meses vienen manteniendo los bancos a flote. Sin esa financiación, Chipre se enfrenta a la posibilidad de un derrumbe bancario y a la salida de la eurozona.
La pregunta es cuáles son las opciones disponibles.
n 1. Rusia sale al rescate
Michael Sarris, primer ministro de Chipre, se encuentra en Moscú en busca de ayuda. Los rusos no se mostraron dispuestos a prestar ayuda adicional durante la administración más pro Moscú del ex presidente Demetris Christofias, porque cualquier préstamo desde Rusia solamente abultaría aún más la deuda de Chipre, poniéndola por encima del nivel considerado sustentable por el FMI. Por lo tanto, Chipre probablemente necesite vender activos.
Hay dos alternativas: Primero, Rusia podría llegar a un acuerdo para acceder a las posibles reservas de gas de Chipre. Pero tal como señaló Nick Butler el lunes, las reservas de gas de la isla son una propuesta incierta, y todavía hay vigentes emisiones de derechos internacionales. O Rusia podría comprar y después recapitalizar un banco chipriota. El potencial matrimonio que más se menciona es entre Gozprombank, el brazo financiero del gigante de gas ruso Gazprom, y Laiki, el segundo banco más grande de la isla y uno de los que tiene mayor necesidad financiera.
La pregunta es si la eurozona estaría contenta con Rusia cuando la UE está decidida a reducir el sector financiero chipriota. Y los rusos quizás no estén felices comprando un banco cuando la confianza en el sistema bancario chipriota está por el suelo y todos los bancos siguen a merced del BCE, que podría suspender en cualquier momento los préstamos de emergencia baratos.
n 2. Chipre cambia de opinión
El presidente Nicos Anastasiades recibirá fuertes presiones en Europa para que retome la idea de imponer una fuerte quita a los grandes depositantes y exceptúe a los ahorristas con cuentas inferiores a 100.000 euros. Eso significa un fuerte golpe para los clientes rusos, y las entidades de préstamos internacionales se sorprendieron cómo las clases políticas de Chipre han defendido a los depositantes extranjeros. Tal como señaló una de ellas, en la mayoría de los países los políticos se preocupan por su pueblo. Aparentemente no ocurre lo mismo en Chipre.
Anastasiades se resiste a penalizar a los grandes depositantes por temor a dañar el status de la isla como centro financiero internacional sobre el cual se basa la economía.
Parece que hay consenso político para proteger el sector de servicios financieros offshore de la isla.
n 3. La eurozona cede
Anastasiades tiene la esperanza de que frente a la posibilidad de que Chipre abandone la eurozona, el bloque cederá para retener a la isla (rescatando a sus grandes acreedores en el proceso). Nicosia se entusiasma con el plan de nacionalizar sus fondos de pensión para captar entre 3.000 y 5.000 millones de euros, idea originalmente sugerida por la Comisión Europea pero rechazada por Berlín. Además los países más reacios a penalizar a los depositantes, como Francia, están convencidos de que la isla debe achicar su industria financiera y limpiarla de dinero ruso dudoso.
Probablemente, la única manera de aumentar la ayuda in extremis para Chipre sería a través del Mecanismo de Estabilidad Europea (el fondo de rescate de 500.000 millones de euros de la eurozona) para inyectar directamente capital en los bancos de la isla. Pero los prerrequisitos para tal intervención todavía no se cumplen.
n 4. Escenario de desastre
Nicosia mantiene los bancos cerrados durante varios días más mientras busca una manera de salir del meollo. Si no logra convencer a la eurozona de que tiene una alternativa viable a la quita a depositantes, el BCE podría decidir que los bancos chipriotas ya no cumplen los requisitos para recibir préstamos de emergencia del eurosistema, que son lo único que mantienen a flote a los bancos de la isla.
Sin la liquidez de la eurozona, Chipre no tiene banco central que apuntale a sus bancos, tal como les ocurre a los países que no son miembro del bloque. Por lo tanto, o Chipre se convierte en una economía sin dinero y vuelve al sistema de trueque, o Nicosia tendrá que empezar a imprimir su propia moneda para mantener en funcionamiento su sistema bancario. Cuando los chipriotas vayan a sus sucursales bancarias a retirar su dinero, podrían recibir libras chipriotas.
