Con la campaña de la Renta 2024/25 en marcha, muchos contribuyentes se enfrentan a una sorpresa poco placentera: un pago adicional de entre 400 y 900 euros.
Esta situación afecta especialmente a quienes perciben entre 22.000 y 35.200 euros brutos anuales, debido a una reducción en las retenciones del IRPF implementada desde enero de 2023.
Aunque esta medida buscaba aumentar la liquidez mensual de los trabajadores, ahora se traduce en una regularización que implica devolver a Hacienda lo que no se retuvo durante el año.
Por qué se produce este ajuste en la declaración de la Renta
Este ajuste está relacionado de forma directa con la disminución de las retenciones del IRPF aprobada a finales de 2022, que comenzó a aplicarse en enero de 2023.
La medida tenía como objetivo aliviar la carga fiscal de las rentas más bajas, permitiendo que los trabajadores vieran un mayor ingreso neto en sus nóminas. Sin embargo, lo que parecía una buena noticia se ha convertido en un problema durante la actual campaña de la Renta.
Este ajuste fiscal es especialmente relevante para quienes perciben entre 22.000 y 35.200 euros brutos anuales. Quien encuentra en ese rango y no solicite un aumento voluntario de la retención en su empresa, es muy probable que la liquidación le salga a pagar.
Según expertos, el importe a pagar puede oscilar entre 400 y 900 euros, dependiendo de las circunstancias personales y familiares.
Cómo influyen las cargas familiares en la declaración
La situación personal y familiar es fundamental en este escenario. Quien tenga hijos, personas dependientes o familiares a su cargo, es probable que las retenciones aplicadas hayan sido aún más reducidas, incrementando ahora la cantidad a devolver.
En cambio, los contribuyentes con ingresos cercanos a los 35.200 euros o sin cargas familiares podrían ver un ajuste más moderado o incluso una devolución. Además, desde 2025, el Salario Mínimo Interprofesional (SMI) comenzará a tributar.
Aunque la mayoría de los perceptores del SMI seguirán exentos de presentar la declaración, gracias a los umbrales de renta establecidos, quienes superen ligeramente esos límites también podrían verse afectados.
Cómo evitar este susto en futuras declaraciones
Desde Hacienda y los asesores fiscales recomiendan anticiparse a este tipo de situaciones. La solución es pedir un aumento voluntario en la retención de IRPF. Esta medida permite que el impacto económico se reparta a lo largo del año en lugar de recibir la sorpresa en plena campaña de la Renta.
De este modo, se podrá evitar enfrentarse a pagos inesperados en mayo de 2026. Además, es recomendable consultar con un profesional o emplear herramientas de la Agencia Tributaria para afrontar con seguridad las obligaciones fiscales.