El acceso a la vivienda es uno de los problemas estructurales más acuciantes en España. Precios elevados, falta de ahorros y escasa oferta de vivienda protegida son barreras para muchos jóvenes.
Es en este escenario que el Gobierno anunció una ayuda directa de hasta 30.000 euros destinada a jóvenes menores de 35 años que firmen contratos de alquiler con opción a compra para viviendas protegidas.
Lo que diferencia a esta de otras ayudas es que esa cantidad se descontará del precio final si el inquilino ejerce la opción de compra.
Cómo funcionará la ayuda de 30.000 euros
La idea del Ejecutivo consiste en que el importe actúe como una inversión inicial para los jovenes arrendatarios. En caso de que después decida comprar la vivienda, las mensualidades pagadas bajo alquiler se deducirán del precio de adquisición.
La ayuda estará limitada a viviendas con protección oficial permanente, es decir, que mantengan precios tasados incluso ante reventas futuras. Solo podrán acogerse ciudadanos menores de 35 años que celebren contratos con opción de compra en estos inmuebles.
Requisitos clave a tener en cuenta
Para acceder a esta ayuda se prevén condiciones estrictas. En primer lugar, la vivienda debe estar clasificada como protegida con opción de compra. No servirá para viviendas libres.
Además, el inquilino no debe superar la edad límite (35 años) ni tener otra vivienda en propiedad. Las mensualidades abonadas deben destinarse a la opción de compra, hasta un límite máximo (28.800 euros en algunos casos).
Por otra parte, la opción de compra deberá ejercerse en un plazo máximo, frecuentemente estimado en tres años desde el inicio del contrato de alquiler.
Limitaciones, incógnitas y críticas
Aunque el anuncio ha generado expectativas, todavía subsisten interrogantes sobre su implementación. Algunos economistas advierten que, con los precios de alquiler actuales, podría requerirse mucho tiempo para absorber esos 30.000 euros con las rentas descontables.
Asimismo, cabe preguntarse qué porcentaje del alquiler mensual se considerará para descontar del precio de compra, ya que ese factor puede definir cuán viable sea esta opción en la práctica.
Otro aspecto clave es la disponibilidad de viviendas protegidas con opción de compra. En muchas comunidades no existen prácticamente inmuebles con esa modalidad activa, lo que puede limitar el alcance real de la medida.