

La sepia a la plancha, un manjar muy valorado en lagastronomía española, es conocida por su sencillez y sabor exquisito. A pesar de ser un plato aparentemente fácil de preparar, conseguir que la sepia no quede dura ni seca es un desafío común entre los aficionados y profesionales de la cocina. Afortunadamente, hay técnicas y secretos que pueden hacer una gran diferencia en la cocina de este cefalópodo.
Sergio Enciso, más conocido como "La Cocina del Pirata" en redes sociales, ofrece su experiencia de más de 12 años en el oficio de pescadero para revelar algunos trucos culinarios fundamentales.

Cuáles son los pasos para una sepia a la plancha perfecta
El primer paso y fundamental es la limpieza adecuada del cefalópodo. Si adquieres una sepia entera, es clave retirar completamente la bolsa de tinta, las tripas, y cortar los tentáculos y las aletas. Esta etapa garantiza que no quedan impurezas que puedan afectar la textura o el sabor del plato final.
Un truco poco conocido es comenzar la cocción de la sepia en una sartén sin aceite. Dado que la sepia contiene una cantidad significativa de agua internamente, colocarla directamente en aceite provocaría que se cocine en su propio líquido, impidiendo que se dore adecuadamente. El objetivo es permitir que el agua se evapore con el calor.
Una vez que el agua se haya evaporado y el fondo de la sartén esté seco, es el momento de añadir un poco de aceite de oliva virgen extra, preferiblemente de alta calidad. En este punto, se puede incrementar un poco el fuego para empezar a cocinar realmente la sepia.
Es recomendable cocinar la sepia en filetes enteros inicialmente. Esto es porque los trozos pequeños tienden a secarse y endurecerse rápidamente. Cocinando la pieza entera se consigue un dorado más uniforme y se mantiene la carne jugosa.

Personaliza la sepia con sabor
Una vez cocinada y dorada adecuadamente, puedes personalizar tu sepia a la plancha con diferentes aderezos según tus preferencias:
Ajo y perejil: una mezcla clásica que nunca falla es el ajo y perejil picados finamente con un poco de aceite.
Toque cítrico: para aquellos que prefieren un sabor más intenso, añadir un poco de zumo de limón al final puede realzar el sabor marino de la sepia.
Mayonesa casera o alioli: si eres amante de las salsas, una buena mayonesa casera o un alioli pueden ser el complemento perfecto.
Base de patatas: servir la sepia sobre una cama de patatas cocidas o asadas puede convertirla en una comida más sustanciosa.












