En España, la preocupación por la okupación de viviendas se ha convertido en uno de los principales miedos de muchas familias, especialmente en verano cuando los hogares quedan vacíos por varios días. Aunque los datos oficiales indican que este fenómeno solo afecta al 0,057% del parque inmobiliario, la alarma social sigue creciendo.
La sensación de impotencia es real. Perder el acceso a una vivienda propia genera angustia, desequilibra la economía familiar y obliga a enfrentar un proceso judicial largo y costoso.
En ese contexto, la tentación de recuperar la casa por cuenta propia cuando los okupas no están es fuerte. Sin embargo, la normativa española es clara: entrar forzosamente en una vivienda, aunque sea de propiedad, constituye un delito grave (Art. 202 del Código Penal).
El debate está abierto. Los derechos de los propietarios chocan con la lentitud de la justicia. Desde la llamada "ley antiokupación" de 2023, se han multiplicado los casos y también la confusión sobre qué se puede hacer y qué no cuando alguien irrumpe en una casa particular.
Una mujer termina con una causa judicial por intentar entrar a su casa okupada
La normativa actual no deja espacio a la improvisación. Tomar atajos legales puede salir muy caro. La normativa considera la entrada forzada en un hogar (esté okupado o no) un delito grave. Las consecuencias de un desalojo ilegal pueden llegar a los siete años de prisión y multas de hasta 100.000 euros.
Un ejemplo es el caso de María, propietaria de una vivienda en Carcassonne, que decidió entrar en su casa durante la ausencia de los okupas. Pese a su situación económica límite, ahora enfrenta un proceso judicial por haberse hecho justicia por sí misma, según relata Infobae.
Casos como este revelan cómo la impaciencia puede convertirse en un error irreversible.
Cómo desalojar a los okupas sin cometer delito
El procedimiento para recuperar una vivienda okupada requiere orden y pruebas. Lo primero es denunciar la ocupación para que la policía registre la situación. Después, reunir documentación clave que demuestre la titularidad y el uso habitual de la vivienda.
El expediente debe llegar al tribunal competente, que dictará sentencia. Solo entonces, un alguacil ejecutará la orden de desalojo con el apoyo de las fuerzas de seguridad. Este proceso puede parecer largo, pero cada paso garantiza que la recuperación de la propiedad sea legal y definitiva.
Qué hacer si okupas invaden tu vivienda habitual
El experto inmobiliario Sergio Gutiérrez advierte que la reacción legal depende del tipo de vivienda afectada. "Lo primero es que si es tu vivienda habitual, el okupa, o mejor dicho el delincuente, estaría cometiendo un delito de allanamiento de morada", explicó en un vídeo difundido en Instagram.
En ese caso, la intervención policial debería ser inmediata. "Deberás presentar rápido una denuncia por allanamiento y en ese caso la policía debería echarlo al momento", subraya Gutiérrez.
Sin embargo, advierte que puede complicarse si los okupas alegan abandono del inmueble. "Imagina que llevan dos meses ahí y tú estás en tu segunda residencia, por ejemplo en Menorca, sin enterarte. Y el okupa alega que la casa estaba abandonada", detalla.
Cómo demostrar que es tu vivienda principal
Para que la justicia actúe con rapidez, es esencial demostrar que se trata de la residencia habitual. Según Gutiérrez: "Deberás demostrar que es tu morada y para eso el juez y la policía, sobre todo, mirarán estas cinco cosas":
Intención de volver, acreditada con billetes de avión u otras pruebas.
Elementos personales y relaciones en la vivienda, como ropa, medicinas, ordenadores o testigos de vecinos.
Suministros a tu nombre con consumo activo.
Empadronamientos, contratos, escrituras o IBI.
Tiempo de ausencia, ya que cuanto más se prolonga, más difícil es probar que sigue siendo la residencia principal.
El especialista concluye con una recomendación práctica: "Así que si te vas de vacaciones, no está de más que prepares un paquete de documentación donde puedas demostrar que es donde vives", una medida preventiva que puede marcar la diferencia.