En esta noticia

La muerte de una pareja de empresarios ha sacudido al Port de la Selva (Girona), donde diez bares y restaurantes han cerrado en plena temporada alta.

El hecho ha dejado sin empleo a un centenar de trabajadores y supone la pérdida de más del 20% de la oferta gastronómica del municipio, muy dependiente del turismo estival.

El empresario José Andrés Bel, conocido como "Pepito", había asumido la gestión de varios locales emblemáticos de la primera línea de mar, como Ca l'Herminda o el Cafè de la Marina, además de otros en Llançà y Selva de Mar.

Tras el suicidio de su esposa en junio y el suyo en agosto, los negocios quedaron sin dirección y cerraron definitivamente el 25 de agosto, pese a los esfuerzos de la plantilla por mantenerlos abiertos.

¿Cómo impacta este cierre en la vida económica y social del Port de la Selva?

El cierre de los establecimientos supone un golpe sin precedentes para un pueblo de poco más de mil habitantes que en verano multiplica por diez su población.

Además de los trabajadores, una veintena de inversores locales se ha visto afectada por el colapso de la sociedad Corball del Port, encargada de gestionar los locales.

El Ayuntamiento ha expresado su preocupación y ha iniciado contactos con el administrador de la sociedad propietaria de los negocios, TQ-MR Family II SL, para definir si se reabrirán algunos locales antes de la próxima temporada.

Las autoridades municipales han pedido calma y han insistido en no especular sobre las muertes, recordando que no existe investigación policial en curso.

¿Qué perspectivas existen para reabrir los locales afectados?

El teniente de alcalde, Roger Pinart, ha explicado que se mantienen reuniones con la empresa administradora para conocer sus planes. Aunque todavía no hay decisiones concretas, las primeras conversaciones apuntan a la posibilidad de reabrir parte de los restaurantes, lo que aliviaría tanto a vecinos como a los propietarios de los inmuebles.

Mientras tanto, camiones han comenzado a retirar mobiliario y material de los locales cerrados, reflejo de las deudas acumuladas. Desde el consistorio se busca garantizar soluciones rápidas que permitan al municipio recuperar parte de su atractivo gastronómico y turístico.

La comunidad permanece en estado de conmoción, intentando asimilar las consecuencias sociales y económicas de esta tragedia.