Las cinco
etapas del
proceso
creativo
Ejercicios
para pensar
distinto y
revalorizar
el error
Para Bachrach, ser creativo implica cumplir dos condiciones:
novedad y valor agregado
. “Una idea que no es nueva no es creativa. Y si no aporta algo mejor,
más fácil o más útil, tampoco lo es”,
explicó. Esa definición también le permitió diferenciar
dos conceptos que suelen confundirse: creatividad e innovación.
“La creatividad sucede en las personas o en los equipos; la innovación
ocurre cuando esa idea se convierte en algo tangible: un producto, un servicio o una
experiencia que alguien puede usar. En otras palabras: la creatividad está en
las cabezas, la innovación está en el mundo”, mencionó.
El neurocientífico explicó que, más allá del mito de la
inspiración,
toda creación implica un proceso estructurado
.
Lo dividió en cinco fases:
PREPARACIÓN, GENERACIÓN DE IDEAS (O BRAINSTORMING), INCUBACIÓN,
EVALUACIÓN E IMPLEMENTACIÓN.
“Primero nos preparamos: investigamos y definimos qué queremos resolver.
Luego generamos muchas ideas sin juzgar su viabilidad. Después soltamos:
dejamos que el cerebro descanse, porque las mejores ideas aparecen cuando estamos
relajados, caminando o en la ducha. Finalmente, evaluamos e implementamos”,
explayó.
No todas las ideas cambian el mundo. Bachrach distinguió tres niveles de
creatividad: la radical, que crea algo completamente nuevo (como la rueda o el
iPhone); la tecnológica, que mejora procesos existentes; y la cotidiana, que
mejora pequeñas cosas del día a día. “Un pediatra de Pilar
cambió la camilla de su consultorio por una tabla de surf, y los chicos ahora
quieren ir a atenderse. Eso también es creatividad”, relató.
A lo largo de la charla, el especialista compartió una serie de ejercicios para
desbloquear el pensamiento creativo
. Uno de ellos consiste en
asociar ideas o elementos que no tienen ninguna relación aparente
. “Si forzás a tu cerebro a vincular una piscina con una grúa,
probablemente las primeras ideas sean obvias. Pero después de 30 o 40 intentos,
empiezan a aparecer combinaciones verdaderamente nuevas”, señaló.
Otro ejercicio clave es
formular preguntas sin buscar respuestas inmediatas
. “La curiosidad es la madre de la creatividad. Cuando nos hacemos preguntas, el
cerebro se activa y busca caminos nuevos. Sostener una pregunta sin resolverla es una
manera poderosa de entrenar la mente”, afirmó.
Consultado sobre si la edad afecta la capacidad creativa, Bachrach marcó que no
tiene que ver con la edad, sino con la motivación. La neuroplasticidad del
cerebro se mantiene toda la vida. Cuantas más ganas uno tiene de seguir
aprendiendo, más creativo vas a ser.
El autor también abordó el vínculo entre creatividad y fracaso.
“
En América Latina tenemos una relación muy negativa con el error
, lo escondemos. En cambio, en culturas sajonas el fracaso se analiza: se aprende de
él. En Pixar, por ejemplo, luego de cada película los equipos
evalúan qué volverían a hacer igual y qué no
repetirían”.