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Los primeros 100 días de Javier Milei comenzaron con una devaluación del 54% del peso a pocos días de asumir que sentó las bases para 'acomodar' las grandes variables. El salto del tipo de cambio a $ 800 permitió achicar de golpe la brecha cambiaria pero tuvo también su correlato en la inflación, que en lo que va de mandato acumula más de 70% en el IPC.

El Norte que fijó el Gobierno es el ajuste fiscal de cinco puntos, con "déficit financiero cero" y en los primeros meses la meta se cumplió, a costa de un fuerte ajuste sobre envíos a las provincias, jubilaciones, salarios y programas sociales. El atraso en los pagos de importaciones y la caída de actividad, además, hizo que se recuperara el saldo comercial, lo que generó que "vuelta de los superávits gemelos" que ayer festejaron en los despachos oficiales.

En el mercado financiero, en tanto, celebraron la recuperación de los bonos y la acumulación de reservas del BCRA, con más de u$s 10.000 millones, a punto de revertir el rojo.

Fuente: IAE Business School
Fuente: IAE Business School

El equipo económico, encabezado por Luis Caputo, acordó nuevas metas con el Fondo Monetario Internacional y 'reactivó' el programa de facilidades extendidas tras los desvíos sobre el final de la gestión de Sergio Massa, aunque ahora hasta el FMI reclamó que el ajuste no caiga "desproporcionadamente sobre los sectores vulnerables, trabajadores y jubilados".

El plan de déficit cero y el fin del financiamiento monetario al Tesoro, se acompaña con el objetivo de bajar la inflación. Pero primero el Gobierno liberó los precios regulados, desde el fin de Precios Justos a las prepagas y cuotas escolares al reacomodamiento de tarifas de transporte y energía para bajar el gasto en subsidios.

Así, con el fin de esas regulaciones y con la devaluación que implicó un fuerte traslado a precios, la inflación fue del 25% en diciembre y del 20% en enero, pero el esquema vino acompañado con una intensa licuación de los ingresos en salarios, jubilaciones y planes.

La caída del consumo empezó a moderar las subas de precios y la inflación de febrero marcó 13,2% y ahora la mayorista fue de 10,2%, cerca de quebrar el dígito. Pero el menor poder de compra repercute en consumo y actividad, donde los sectores de la industria ya trabajan a media máquina -el último dato de uso de capacidad instalada del Indec marcó 54% en enero-. Y los datos de empleo se deterioran, tanto con despidos en el sector público como en el privado.

Aumento de la pobreza general y la infantil

El resultado es el aumento de la pobreza, estimado en 57%. Y los datos empeoran en los niños: 7 de cada 10 chicos son pobres, según las estimaciones de Unicef para el primer trimestre de este año en base a la subejecución de programas clave para la infancia y pese al aumento de la AUH y la tarjeta Alimentar que anunció el Gobierno tras la devaluación.

Para contener la inflación, sobre los últimos días Caputo recurrió a la heterodoxia: reuniones con empresas y supermercados, apertura de importaciones de canasta básica para habilitar mayor competencia y postergación de aumentos en transporte y gas, como para que el golpe duela menos mientras aumenta la tensión social.

El camino para salir del cepo

Los depósitos en pesos también se licúan con la baja de tasas que definió el BCRA, lo que se interpretó como una señal en el camino de la apertura del cepo, el gran desafío de los próximos meses si de normalizar la economía se trata.

Una de las críticas que llegan incluso por derecha es que el plan de estabilización no cuenta con un componente de ingresos. Ese deterioro hará también que haya menos presión sobre la apertura.

En tanto, Milei admitió que se analiza que el FMI financie la salida con un nuevo programa. La expectativa para los próximos meses es que las regulaciones se vayan aflojando paulatinamente, con el caso de la apertura de importaciones de canasta básica como señal. En tanto, el mercado espera que antes de que se abra el cepo, haya una nueva devaluación, como forma de licuar también la posibilidad de acceso al dólar.