El consumo de cafeína es un tema de interés debido a sus efectos en la salud. Aunque el café es una de las bebidas más consumidas en el mundo, no todos pueden disfrutarlo sin consecuencias. A continuación, se presentan aspectos relevantes sobre su ingesta.
Según información de El País, el exceso de café, especialmente el no filtrado, puede estar asociado a un leve aumento en los niveles de colesterol.
Además, su alto contenido de cafeína puede causar un aumento temporal en la presión arterial. Las mujeres en estado de embarazo, que desean concebir o que están lactando, deben tener especial cuidado con su consumo.
¿Quiénes no deben consumir café? Estos son los riesgos
La Organización Mundial de la Salud advierte que la cafeína se metaboliza más lentamente en mujeres embarazadas, pudiendo atravesar la placenta y afectar al feto. Estudios también han indicado que el consumo de café durante el embarazo podría relacionarse con un menor peso al nacer, partos prematuros o incluso la muerte fetal.
Además, esta infusión puede irritar el sistema digestivo. Personas con úlceras o gastritis deberían evitarlo, ya que puede causar dolor y acidez, siendo recomendable optar por alternativas más suaves. Muchos recurren al café como un estimulante en momentos de estrés laboral o académico, aunque en algunos casos puede aumentar la ansiedad.
Las consecuencias del café al largo plazo
El Hospital Clinic de Barcelona señala que el uso prolongado de cafeína puede intensificar episodios de ansiedad, manifestándose en ataques de pánico y nerviosismo.
Asimismo, el café puede elevar la frecuencia cardíaca, lo que lo convierte en una bebida desaconsejada para quienes sufren de arritmias, hipertensión u otros problemas cardíacos. Por ello, es recomendable que estas personas limiten su ingesta o consulten a un médico sobre la cantidad adecuada.
Además, es importante mencionar que el café puede interactuar con ciertos medicamentos, afectando su eficacia. Por ejemplo, algunos antidepresivos y anticoagulantes pueden verse alterados por el consumo de cafeína, lo que resalta la necesidad de consultar a un profesional de la salud si se está bajo tratamiento médico.