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En medio de las crecientes tensiones geopolíticas entre potencias como Estados Unidos, China y Rusia, un estudio internacional encendió una advertencia inquietante.

En caso de una guerra nuclear, gran parte de la humanidad no lograría sobrevivir, pero Argentina podría ser la gran excepción, al igual que Australia.

La investigación fue publicada en la revista científica Nature Food y difundida por el reconocido diario británico The Times. Según el informe, más del 75% de la población mundial moriría de hambre tras un conflicto nuclear global, debido al colapso del sistema alimentario.

Sin embargo, hay países que, por sus condiciones agrícolas, climáticas y demográficas, tendrían mayores posibilidades de resistir y mantener la vida.

Consecuencias de una guerra nuclear: ¿cuáles fueron los resultados del estudio?

La investigación fue desarrollada por un equipo de expertos en clima y seguridad alimentaria, entre ellos el profesor Alan Robock, de la Universidad de Rutgers, en Nueva Jersey.

El estudio exploró las consecuencias indirectas de una guerra nuclear, más allá de las explosiones: se enfocó especialmente en la caída de la producción agrícola por el oscurecimiento del cielo debido al hollín y las cenizas que cubrirían la atmósfera.

"La reducción de la luz solar, el enfriamiento global y las restricciones comerciales posteriores a una guerra nuclear serían catastróficas para la seguridad alimentaria mundial", explicó Robock.

Las simulaciones científicas concluyeron que incluso quienes sobrevivan a los primeros bombardeos enfrentarían un escenario aún más dramático: hasta cinco mil millones de personas morirían por hambruna en los años siguientes, al verse comprometida la producción de alimentos básicos como el arroz, el maíz y la soja.

¿Por qué Argentina sobreviviría a una guerra nuclear?

Según explicó el profesor Robock al The Times, Argentina y Australia destacan porque producen cultivos resistentes, como el trigo, en grandes cantidades y, además, tienen densidades poblacionales mucho más bajas que otras regiones del planeta.

Esto significaría que, en un escenario de bloqueo comercial y crisis global de alimentos, ambos países podrían alimentar a su población con producción local. También cuentan con vastas extensiones agrícolas y menor dependencia de importaciones.

"Todavía habría suficiente producción nacional para ellos, pero puede imaginarse flotillas de refugiados hambrientos viniendo desde Asia", advirtió Robock, al referirse a la posibilidad de migraciones masivas hacia estos territorios.

¿Qué pasaría con el resto del mundo ante una guerra nuclear?

El impacto global sería desastroso. Según el estudio de Nature Food, una guerra nuclear provocaría:

  • Incendios masivos en grandes ciudades y regiones agrícolas.
  • Hollín en la atmósfera que bloquearía la luz solar durante meses o años.
  • Enfriamiento global y pérdida de temporadas de cultivo.
  • Colapso de las cadenas de suministro de alimentos y del comercio internacional.
  • Una hambruna masiva que afectaría a miles de millones de personas.

¿Existen otros países que ofrezcan seguridad ante una guerra global?

Si bien Argentina y Australia lideran como destinos seguros ante una guerra nuclear, otros países del mundo también figuran en los listados de seguridad global:

  • Nueva Zelanda: ubicada en Oceanía, es uno de los destinos más alejados de los focos de conflicto.
  • Islandia: sin ejército y con una política exterior neutral, también es vista como una zona segura.
  • Noruega (Svalbard): el archipiélago ártico cuenta con tratados internacionales que prohíben su militarización.