El Papa Francisco falleció el pasado lunes por la madrugada, lo que provocó un luto inmenso en la IglesiaCatólica y el Vaticano, seguido de un funeral emocionante en Roma. Sin embargo, en uno de sus últimos discursos, el Papa Francisco alertó sobre la aparición de un nuevo "Dios". ¿De qué se trata?
En los días posteriores al fallecimiento del Papa Francisco, Roma vivióuna infinidad de homenajes multitudinarios: la misa exequial principal contó con la presencia de alrededor de 250.000 personas. La despedida contó con la presencia de funcionarios internacionales, jefes de Estado y otros líderes mundiales.
El legado que ha dejado el Papa es, sin dudas, uno de los más importantes en la historia moderna de la Iglesia Católica. En ese marco, el sumo pontífice dejó frases, conceptos y mensajes que serán usados por los fieles, seguidores religiosos y el propio Vaticano, organismo que se prepara para el cónclave.
Advertencia en el Vaticano: ¿cuál es el "nuevo Dios" por el que alertó el Papa?
En uno de sus últimos discursos publicados en la Pascua de Semana Santa, el Papa Francisco alertó sobre la aparición de un "nuevo dios". "Corremos sin aliento, no porque falte el aire, sino por evitar la responsabilidad", aseguró en su reflexión durante el Via Crucis.
Bergoglio criticó así a la modernidad tecnológica, a la que llamó como "economía de los algoritmos", un sistema que se encolumna detrás de "la lógica del descarte, la frialdad de los cálculos y los intereses implacables". Como contraposición, resaltó la importancia de la "economía de Dios".
De esta forma, el Papa Francisco fue contundente en una de sus últimas palabras acerca de la modernidad tecnológica que padece el ser humano hoy en día, donde el "algoritmo" es el nuevo dios que amenaza a toda la sociedad.
¿Cuáles son las consecuencias que afronta el Vaticano tras la muerte del Papa Francisco?
Tras la partida del Papa Francisco, el Vaticano afronta un proceso de "sede vacante", en donde por algunas semanas -incluso meses- la Santa Sede y la Iglesia Católica permanecerán sin un líder, ya que este debe ser elegido democráticamente por los cardenales en un Cónclave.
La muerte de Francisco, en el plano externo, genera un clima de incertidumbre acerca de si el Papa venidero podrá cumplir o no con las expectativas y con las reformas que requiere la Iglesia para los próximos años.