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Una reciente revelación del Wall Street Journal puso en alerta a las autoridades estadounidenses al destapar que Elon Musk, el magnate detrás de Tesla, SpaceX y Starlink, habría mantenido conversaciones secretas con el presidente ruso Vladimir Putindesde finales de 2022.
Esta noticia genera dudas sobre las implicaciones geopolíticas de sus negocios. Además, pone en evidencia las tensiones entre Musk, Rusia y Estados Unidos, particularmente en relación con el uso de satélites y la seguridad nacional.
Encuentro secreto: ¿Qué pasó en la reunión entre Musk y Putin?
Según el Wall Street Journal, Musk y Putin habrían conversado de manera confidencial sobre temas personales, empresariales y geopolíticos.
Aunque el Kremlin negó las conversaciones, limitándose a reconocer una llamada telefónica previa a 2022 sobre futuras tecnologías, fuentes de inteligencia estadounidenses afirman que Putin solicitó a Musk no activar el servicio de Starlink en Taiwán, lo que podría haber beneficiado los intereses de China.
Por otra parte, Starlink, la red satelital de SpaceX, fue clave para proporcionar internet de alta velocidad, especialmente en áreas con infraestructura limitada, pero su uso en zonas estratégicas, como Taiwán, podría alterar el equilibrio geopolítico en la región.
Cumbre Musk-Putin: ¿Cuál es el dilema para Estados Unidos y el Pentágono?
La relación del empresario con el gobierno de Estados Unidos, marcada por contratos multimillonarios con agencias federales, complica aún más la situación.
SpaceX, además de sus contribuciones en el sector privado, juega un papel crucial en la seguridad nacional, con contratos clave para la NASA y el Pentágono.
Musk admitió tener acceso a información clasificada, lo que plantea preocupaciones sobre la seguridad de los datos en el contexto de sus vínculos con Rusia.
Guerra Rusia-Ucrania: el caso Starlink y su implicación en el conflicto
La implicación de Musk en el conflicto de Ucrania también genera controversia. A principios de 2022, Musk ofreció el servicio Starlink a Ucrania de manera gratuita, lo que permitió mantener las comunicaciones del ejército ucraniano en medio de la invasión rusa.
Pese a ello, en octubre de ese año, Musk sugirió una propuesta de paz que favorecía algunas de las posturas del Kremlin, lo que generó rechazo en Kiev.
Además, SpaceX dejó de ofrecer el servicio de forma gratuita y comenzó a imponer restricciones, lo que afectó el uso militar de Starlink, especialmente en el control de drones.
Para agravar la situación, a principios de 2024, un informe de la inteligencia ucraniana reveló que las fuerzas rusas también estaban utilizando terminales de Starlink en la línea del frente, lo que generó dudas sobre el control y la seguridad de la tecnología de SpaceX.