TECHINT INCREMENTÓ SU PRESENCIA EN EL CAPITAL DE USIMINAS

La familia Rocca tomó el control accionario de la principal siderúrgica de Brasil

A través de varias de sus subsidiarias, el holding ítalo-argentino ya posee casi el 40% de la compañía brasileña. Lo hicieron a través de aportes por u$s 113 millones

El grupo Techint incrementó su presencia en la brasileña Usinas Siderúrgicas de Minas Gerais (Usiminas) y pasó a controlar casi el 39% de sus acciones, después de un fuerte proceso de capitalización y de aporte de fondos para evitar que se profundice la crisis que sufre una de las principales siderúrgicas de la región.

Es que Usiminas ya cerró una de sus dos principales plantas, desaceleró el trabajo en sus minas y despidió a miles de empleados, con sus problemas agravados por la peor recesión de Brasil en décadas.

En el marco de un proceso que se inició en mayo pasado, la compañía emitió 200 millones de acciones por un valor de cinco reales por acción. Y una asamblea general extraordinaria llevada a cabo la semana pasada homologó el incremento de capital por 1000 millones de reales o u$s 303 millones. En ese marco, y a través de sus controladas Ternium, Siderar y Prosid, el holding de la familia Rocca llevó a cabo varias etapas de suscripción de 76,4 millones de nuevas acciones por 382,2 millones de reales o u$s 110,9 millones. En abril, había suscripto otros 8,5 millones de acciones preferidas por 10,9 millones de reales o u$s 3,1 millones.

De estos montos, Siderar y Prosid suscribieron 13,8 millones de acciones ordinarias, por 69,0 millones de reales (u$s 20 millones) y otras 1,5 millones de acciones preferidas por dos millones de reales (u$s 0,6 millones). Así, pasó a controlar 43,8 millones de acciones ordinarias y 1,5 millones de acciones preferidas, que representan un 3,7% del capital de Usiminas. Sumando estos títulos a los que ya poseía mediante el Grupo T/T (incluyendo Ternium, Siderar, Prosid y Confab), poseerán 39,6% de las acciones ordinarias y un 1,8% de las acciones preferidas de Usiminas.

En Usiminas, el holding argentino es socio de Nippon Steel & Sumitomo, un grupo japonés con el cual no mantiene una buena relación, al punto que se han sucedido presentaciones judiciales vinculadas al control y la operatividad de la compañía brasileña. De hecho, Nippon Steel cuestiona la capacidad de la actual administración que orientan Sergio Leite (presidente); y Ronald Seckelmann (vicepresidente de finanzas) para concluir exitosamente la renegociación de la deuda de la empresa. También se opuso a una parte de este proceso de capitalización que también suscribió Companhia Siderúrgica Nacional (CSN), otro accionista.

De todos modos, la capitalización era condición necesaria para que la empresa brasileña pueda renegociar el 75% de su deuda de 7200 millones de reales (u$s 2181 millones). Con este aumento, el capital social de Usiminas es de 12.300 millones de reales o u$s 3636 millones.

A partir de ahora, la compañía deberá cerrar su reestructuración de pasivos en medio de un escenario macro que no favorece el desarrollo industrial de Brasil, sumido en problemas económicos fuertes y en una profunda crisis política.

En el seno de Usiminas tampoco se respiran aires de tranquilidad, ya que ninguno de los socios mantiene buenas relaciones con el otro. Es más, según la agencia Reuters, los japoneses de Nippon Steel planean una posible división de activos de producción de la compañía brasileña con Ternium. De acuerdo a una propuesta, Nippon Steel tendrá una planta de Usiminas en Ipatinga y Ternium se quedará con la de Cubatão en el estado vecino de San Pablo.

Sin embargo, fuentes locales de Techint aseguran que la idea no prospera y dicen mantener una buena relación con Nippon. Ternium, controlada por Techint, se unió a la japonesa Nippon Steel & Sumitomo Metal (NSSMC) como parte del grupo controlador de Usiminas en noviembre del 2011.

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