El acuerdo que falta al estilo de La Moncloa

La primera expresión pública del Foro de Convergencia Empresarial, que se propone consensuar metas de previsibilidad económica con el Gobierno y los candidatos a presidente del 2015, terminó en un cruce previsible con el kirchnerismo. Bastó la difusión mediática del encuentro del lunes de los hombres de negocios y una mención a la necesidad de contener la inflación para que ayer a la mañana el jefe de gabinete, Jorge Capitanich, les respondiera que lo mejor que podían hacer ellos era no aumentar los precios.


Está claro que si el escenario inevitable de la apuesta a futuro es el de la confrontación, va a resultar muy difícil avanzar con el consenso de políticas de Estado básicas que la mayoría comparta. Es imprescindible que el Gobierno, los empresarios y los candidatos se reúnan para establecer los márgenes de una plataforma común que no perjudique los intereses que cada uno defiende en este tiempo de definición.


Sería mucho más fácil si en la Argentina funcionara un acuerdo social al estilo de La Moncloa, pero esa sigue siendo la materia pendiente más importante que los dirigentes argentinos tienen por delante. Es el eslabón que nos falta para que la democracia esté a la altura del desafío del futuro.

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