El momento en que una persona decide comenzar a recibir los beneficios delSeguro Social puede influir de manera considerable en el monto de sus ingresos mensuales y en la cantidad total que percibirá a lo largo de su jubilación en Estados Unidos.
Para millones de adultos mayores, este programa es una fuente de estabilidad económica fundamental. En 2023, permitió que más de 22 millones de personas salieran de la pobreza, incluyendo 16,3 millones de jubilados mayores de 65 años.
Además, datos recopilados por Gallup durante más de dos décadas indican que entre el 80% y el 90% de los jubilados dependen de estos pagos para cubrir sus necesidades básicas.
¿Cómo se calculan los beneficios del Seguro Social?
El cálculo de los beneficios delSeguro Social se basa en cuatro factores principales:
Historial laboral
Historial de ingresos
Edad de jubilación completa
Edad en la que se solicitan los beneficios
Según Fool.com, los dos primeros factores están estrechamente relacionados, ya que la Administración del Seguro Social (SSA) toma en cuenta los 35 años de mayores ingresos ajustados por inflación para determinar el monto mensual. Si un trabajador no alcanza los 35 años de empleo, los años faltantes se contabilizan como ingresos de $0, reduciendo así el promedio y el beneficio mensual.
La importancia de la edad de jubilación
El tercer factor, la edad de jubilación completa, es un elemento fijo que depende del año de nacimiento del beneficiario. Esta es la edad en la que una persona puede recibir el 100% de los beneficios que le corresponden.
No obstante, la edad en la que se reclaman los beneficios tiene un impacto crucial. Aunque es posible comenzar a recibir pagos a los 62 años, esperar más tiempo puede aumentar el monto mensual hasta en un 8% por cada año adicional de espera, hasta los 70 años.
Seguro Social: comparación de beneficios a los 62 y 67 años
El análisis detalla que las edades de 62 y 67 años son dos de las opciones más populares para comenzar a recibir los beneficios del Seguro Social. Sin embargo, cada una tiene ventajas y desventajas que los jubilados deben considerar.
A los 62 años, los beneficiarios pueden acceder a sus pagos de manera anticipada, lo que resulta atractivo para quienes necesitan cubrir deudas o no están trabajando. No obstante, reclamar a esta edad implica una reducción permanente del 25% al 30% en los pagos mensuales, dependiendo del año de nacimiento, y puede activar la prueba de ingresos de jubilación, que permite a la SSA retener parte o la totalidad del cheque si el beneficiario sigue trabajando y supera ciertos límites de ingresos.
A los 67 años, que es la edad de jubilación completa para quienes nacieron en 1960 o después, se garantiza que los beneficiarios reciban el 100% de los pagos que les corresponden. Sin embargo, esta decisión puede resultar en una pérdida de ingresos totales a lo largo de la vida para quienes viven más allá de los 80 años, ya que habrían recibido menos pagos en total en comparación con quienes reclamaron antes.
En diciembre de 2023, los beneficiarios de 62 años recibieron un promedio mensual de USD 1.298,26, mientras que los de 67 años obtuvieron USD 1.883,50, lo que representa un 45% más para estos últimos.
¿Cuál es la mejor edad para reclamar los beneficios el Seguro Social?
Una investigación realizada en 2019 por United Income utilizó datos del Estudio de Salud y Jubilación de la Universidad de Michigan para evaluar las decisiones de 20.000 jubilados. Según este análisis, solo el 4% de los participantes tomó decisiones óptimas que maximizaron sus ingresos totales de por vida. Esto se debe, en gran parte, a la incertidumbre sobre la esperanza de vida y a las circunstancias personales que influyen en la elección de la edad para reclamar los beneficios.
El estudio encontró que el 79% de los jubilados comenzó a recibir sus pagos entre los 62 y 64 años, pero solo el 8% de estas decisiones resultaron ser óptimas. En contraste, el 57% de los participantes habría maximizado sus ingresos totales si hubieran esperado hasta los 70 años para reclamar. La segunda mejor opción fue reclamar a los 67 años, aunque solo el 10% de los jubilados habría optimizado sus beneficios con esta elección.
A pesar de estos hallazgos, no existe una estrategia universal para todos. Factores como la salud, las necesidades financieras inmediatas, el acceso a ahorros para la jubilación, el estado civil y las implicaciones fiscales pueden influir en la decisión. Por ejemplo, para personas con problemas de salud que podrían reducir su esperanza de vida, o para parejas en las que uno de los cónyuges tiene ingresos significativamente más bajos, reclamar temprano podría ser la mejor opción.