

Ahorrar para la educación universitaria puede ser un desafío, especialmente con el aumento constante de los costos de matrícula y la inflación. Sin una estrategia clara, muchas familias terminan recurriendo a préstamos que generan una deuda significativa.
Sin embargo, existe un método que permite distribuir mejor el esfuerzo financiero y reducir la carga de los créditos estudiantiles.
La "regla de un tercio" es una estrategia recomendada por expertos en finanzas para planificar el pago de la educación universitaria. Según el especialista en ayuda financiera Mark Kantrowitz, este sistema divide el costo total en tres partes y evita depender exclusivamente del endeudamiento.

¿Cómo funciona la regla de un tercio para ahorrarse una de las peores deudas?
La regla de un tercio ayuda a distribuir el costo de la universidad en el tiempo. Para aplicarla correctamente, se recomienda:
Destinar un tercio del costo total de la universidad a un fondo de ahorros desde el nacimiento del niño.
Utilizar un tercio de los ingresos actuales para cubrir parte de los gastos mientras el estudiante esté en la universidad.
Financiar el tercio restante con préstamos estudiantiles, reduciendo así la carga de la deuda.
Este método permite una planificación financiera más efectiva y evita que las familias se enfrenten a deudas incontrolables al finalizar los estudios.

¿Cómo aplicar esta estrategia para que sea efectiva?
Para implementar esta estrategia de manera efectiva, se debe calcular el costo proyectado de una carrera universitaria, el año en que nace el niño. Luego, se divide esa cifra entre los años restantes hasta que inicie sus estudios. Así, se establece una meta anual y mensual de ahorro.
Además, este enfoque se complementa con la "regla del 3x", que establece que el costo de la educación universitaria se triplica en los 17 años entre el nacimiento y la inscripción en la universidad.
Este método permite a las familias organizar sus finanzas con anticipación y evitar depender excesivamente de préstamos estudiantiles. Con disciplina y una estrategia clara, es posible reducir el impacto de una de las deudas más comunes en Estados Unidos.


