

En la búsqueda constante de una vida más saludable, la alimentación es uno de los pilares fundamentales para fortalecer el organismo frente a diversas afecciones. Una dieta equilibrada, rica en frutas, verduras, cereales y proteínas, es la primera línea de defensa, además, estudios científicos han manifestado que ciertas infusiones ofrecen beneficios adicionales.
El consumo de té ha sido largamente asociado con propiedades medicinales, desde la capacidad de reducir la presión arterial y combatir el envejecimiento celular hasta su acción defensiva contra bacterias y virus. Si bien el té verde goza de gran popularidad por sus reconocidas virtudes, existe otra variedad menos conocida que, según expertos, podría ser una verdadera joya para la salud: el té oolong.
Originario de China, de la provincia de Fujian, el té oolong se extrae del mismo árbol del té, Camellia sinensis, que sus contrapartes verde y negro. Se distingue por su oxidación parcial, un proceso que le permite conservar una amplia gama de propiedades y beneficios, combinando la frescura y la fragancia del té verde con la suavidad del té negro.
Cuáles son las propiedades del té oolong, el elixir de la longevidad
Su perfil aromático es notablemente diverso, abarcando desde notas frescas, frutales y florales hasta matices cálidos y melosos, con un sabor que muchos describen como floral. Según el blog especializado Tea Shop, la principal característica del té oolong es su elevado poder antioxidante, atribuido a su riqueza en flavonoides, polifenoles y metilxantinas.

Estas sustancias no solo mejoran las propiedades organolépticas de la infusión, sino que también juegan un papel crucial en la prevención de enfermedades crónicas como el cáncer, infartos de miocardio, accidentes cerebrovasculares y procesos neurodegenerativos. Por sus múltiples beneficios para el sistema inmunológico, esta infusión es apodada el "té de la longevidad".
Pero los atributos del té oolong no se detienen ahí. Se ha observado que favorece las funciones respiratorias, tiene un efecto hipoglucemiante, es decir, ayuda a reducir el azúcar en la sangre, y contribuye a la regulación del colesterol. Además, sus componentes activos son efectivos para proteger el hígado.
Para aquellos que buscan un descanso reparador, el té oolong se presenta como un aliado nocturno. Su consumo contribuye a conciliar el sueño, favorece la relajación muscular y prepara el cuerpo para un descanso profundo y prolongado.
Finalmente, los antioxidantes presentes en el té oolong ofrecen beneficios estéticos. Con un marcado efecto anti-edad, contribuyen a mejorar la salud de la piel, prevenir arrugas y, como bonus, pueden ayudar a mantener un peso corporal saludable.
Cómo preparar el té oolong, el elixir de la longevidad
Preparar esta maravillosa infusión es sencillo. Simplemente colocar un saquito de té oolong, o la hierba natural, colándola después, en una taza con agua hirviendo a 100°C. Dejar infusionar por 2 o 3 minutos, ajustando el tiempo si se prefiere un sabor más intenso; a diferencia de otros tés, el oolong no se vuelve amargo rápidamente.
Los aficionados al té suelen disfrutar de una primera taza por la mañana para energizarse, una segunda antes del almuerzo para mantenerse activos, y una tercera por la tarde, durante la merienda, para asegurar que la cafeína no interfiera con el sueño nocturno. Sin duda, el té oolong se posiciona como una opción integral para quienes buscan bienestar y longevidad en cada sorbo.




