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¿Estás interesado en cultivar tus propias verduras de forma sencilla? Si pensaste en tener tu propia huerta y cosechar tus ingredientes favoritos de manera rápida, tenés que seguir leyendo.

Estas verduras son perfectas para quienes tienen poco tiempo y poca experiencia en jardinería, ya que no requieren cuidados excesivos ni conocimientos avanzados.

Además, cultivar tus propias verduras puede ayudarte a ahorrar dinero a largo plazo y te brindará una gran satisfacción al disfrutar de alimentos frescos cosechados en tu casa.

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A continuación, te mostraremos cómo ampliar tu cultivo utilizando las verduras que probablemente ya comprás en el supermercado, permitiéndote tener una cosecha casera y disfrutar de productos naturales cultivados por vos mismo.

  • Palta: tenés que guardar el carozo de la plata la próxima vez que comas una. Solo necesitás colocarlo sobre un vaso de agua utilizando palillos de dientes, asegurándote de que la base de la semilla esté sumergida en el agua.

    A medida que las raíces comiencen a crecer, podés trasladar el carozo a una maceta con tierra para que la palta prospere.

    Solamente necesitás poner el carozo de la palta en un vaso de agua. (Foto: archivo)

  • Lechuga: tomá la parte del tallo que normalmente desechás al cortar la lechuga para tu ensalada y colocala sobre la tierra. Dejala cerca de la luz del sol en una ventana y asegurate de mantenerla bien regada.

    Pronto verás cómo las hojas vuelven a crecer desde el centro. De esta forma vas a poder hacer ensaladas de manera mucho más sencilla, sin tener que comprar.

  • Cebolla: una forma ingeniosa de aprovechar el fondo de la cebolla que cortás para tu ensalada, o si notás que tus cebollas están comenzando a germinar, es dejar que se sequen durante unos días.

    Después, simplemente ahuecá un poco la tierra en una maceta y colocá el trozo de cebolla en ella. Con el tiempo, podrás cosechar las cebollas a medida que crecen, disfrutando así de un suministro continuo de este vegetal tan versátil.

  • Albahaca: para poder cultivar albahaca, cortá las hojas hasta aproximadamente tres cuartos del tallo y luego colocalas en un vaso con agua.

    Pronto notarás cómo las raíces comienzan a desarrollarse. Una vez que las raíces alcancen una longitud de unos 5 cm, ya estarán listas para ser trasplantadas a la tierra, donde podrán crecer y prosperar plenamente.

    Cortá el tallo de la albahaca y ponelos en un vaso con agua. (Foto: archivo)


  • Apio: para propagar nuevos tallos de apio, sumergí la base del tallo en agua durante aproximadamente tres días. Una vez que empieces a notar que nuevas hojas brotan desde el centro, trasplantá el tallo a una maceta, asegurándote de que la tierra alcance las hojas.

  • Repollo: por su parecido, se cultiva de la misma forma que el apio. Pero esta verdura crece más rápido, en menos de una semana vas a poder trasplantarlo a una maceta.

  • Chalotas: podés cultivarlas fácilmente en un vaso de agua. Simplemente, colocá la parte inferior de la chalota en el agua, asegurándote de que esté cubierta.

    En unos 10 días, comenzarás a ver cómo los brotes verdes vuelven a crecer, listos para ser trasplantados o utilizados directamente en tus recetas favoritas.

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    • Zanahoria: vas a colocar los tallos de la zanahoria en un recipiente con agua. Luego de varios días, van a comenzar a germinar. Después podrás trasplantarla a una maceta donde se van a cultivar.

    • Ajo: simplemente tomá un diente de ajo y colocalo en un vaso con agua, asegurándote de que la parte inferior esté sumergida. Colocá el vaso cerca de una ventana para que reciba luz solar.

      Pronto vas a ver cómo crecen nuevos brotes de ajo, listos para ser trasplantados o utilizados en tu cocina.
    Al cultivar tus propias verduras en casa, podés disfrutar de alimentos más frescos y saludables. (Foto: archivo)
    Al cultivar tus propias verduras en casa, podés disfrutar de alimentos más frescos y saludables. (Foto: archivo)

  • Lemon Grass: simplemente colocá los tallos en un vaso con agua, asegurándote de que estén sumergidos hasta la mitad. Una vez que observes que las raíces comienzan a desarrollarse, estarán listas para ser trasplantadas a la tierra o a una maceta, donde podrán crecer y prosperar.

  • Jengibre: elegí algunos tallos de jengibre con brotes y plántalos en tierra. Después de unos meses, verás cómo brota del suelo y podrás disfrutar de tu propio suministro de jengibre fresco para tus recetas favoritas.

  • Boniato: solamente tener que tomar un boniato y colocar su extremo en un tarro, dejando alrededor de 5 cm de distancia desde el fondo del mismo.

    Vas a notar que las raíces empiezan a crecer. Una vez que las raíces tengan unos pocos centímetros de largo, es el momento adecuado para trasplantar al boniato en tierra.

  • Papas: si notás que las papas se han olvidado en la despensa, han comenzado a germinar, no las deseches, cultivá nuevas papas en su lugar.

    Cortalas en trozos y plantalas en macetas con tierra o en bolsas de papel grueso doblado    . De esta manera, podrás aprovechar esas papas olvidadas y disfrutar de una nueva cosecha en poco tiempo.

  • En simples pasos podés cultivar tus propias papas. (Foto: archivo)


  • Champiñones: aprovechá el micelio presente en los hongos, esas fibras blancas casi peludas que se encuentran a lo largo del tallo, para regenerar este valioso alimento.

    Vas a tener que guardar el micelio en una bolsa de papel marrón junto con un trozo de tela húmeda. Dejalo reposar durante aproximadamente tres meses y verás cómo crecen nuevas setas.