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Marc Murtra ya lo venía avisando. Para crecer en volumen, el presidente de Telefónica apuesta, en primer lugar, por España y, en segundo término, por Europa. Este cambio de estrategia, en detrimento de Latinoamérica (con la excepción de Brasil, segundo mercado de la operadora), lo comunicó ayer en la Junta de Accionistas con un mensaje contundente: "Europa, Europa y Europa". A lo que añadió, como condición previa, que la consolidación dentro de cada país resulta imprescindible.

El primer indicio del cambio de fichas, lo dio a principios de marzo durante la celebración del Mobile World Congress (MWC), cuando en su intervención dijo que "es hora de que se permita a las grandes empresas europeas de telecomunicaciones consolidarse y crecer para crear capacidad tecnológica".

En esa ocasión, Murtra ya mostró su convencimiento de que esa luz verde resultaría clave para el futuro de Europa y generaría efectos favorables para el conjunto de la sociedad. "Este paso puede reforzar la autonomía estratégica europea, desbloquear la productividad y mejorar la vida de la gente", afirmó.

Marc Murtra, presidente de Telefónica, apuesta por España y Europa para hacer crecer a la empresa. (Fuente: EFE / Alejandro García)
Marc Murtra, presidente de Telefónica, apuesta por España y Europa para hacer crecer a la empresa. (Fuente: EFE / Alejandro García)

Lo cierto es que el reclamo a la Comisión Europea (CE) de una mayor liberalización que permita crear "campeones nacionales" es una reivindicación que involucra a distintos sectores de la economía española. Como ejemplo vale citar que, en junio de 2024, la presidenta de la Asociación Española de Banca (AEB), Alejandra Kindelán, destacó la necesidad de culminar la unión bancaria "para reducir la fragmentación del sector bancario europeo".

Una ocasión propicia

Murtra sabe muy bien que ahora en la CE soplan vientos que favorecen la unión de compañías que compiten en el mismo mercado. En concreto, con el nombramiento de Teresa Ribera como vicepresidenta primera y comisaria de Competencia, Murtra, tan político como empresario, intuye que la exvicepresidenta tercera y exministra para la Transición Ecológica y Reto Demográfico del actual Gobierno, difícilmente impondrá obstáculos a sus planes de fusión con otras telecos nacionales. Sobre todo, si se tiene en cuenta que el Estado español, a través de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI), es el primer accionista de Telefónica, con un 10% de las acciones.

Este nuevo escenario poco tiene en común con el que se desarrolló la reciente fusión entre Orange y MásMóvil, cuya aprobación llegó tras muchos meses sorteando obstáculos impuestos por la entonces comisaria de Competencia, la danesa Margrethe Vestager, férrea opositora a la creación de empresas dominantes, por su capacidad para imponer precios abusivos a los consumidores.

Asimismo, también hay que tener en cuenta el cambio de actitud que están mostrando los responsables europeos, quienes vislumbran que la soberanía tecnológica del Viejo Continente está en juego, por lo que es imperiosa la creación de condiciones que permitan a las firmas de telecomunicaciones europeas ganar el suficiente músculo financiero que les facilite competir globalmente. Un dato: mientras Europa tiene 34 operadores de envergadura para 450 millones de personas, Estados Unidos tiene tres para 335 millones.

Cuáles son los planes de Murtra

La hoja de ruta del presidente ejecutivo de Telefónica cuenta con dos caminos que confluyen en la racionalidad económica.

Así, con este paper sobre el escritorio, puso en marcha -acelerada- el proceso de desinversión en Latinoamérica, que comenzó apenas llegado a la compañía; a la vez que plantea cerrar, lo más rápido posible, adquisiciones de operadoras, principalmente de aquellas con presencia en el mercado español. Sobre este punto, el ejecutivo dejó muy claro que "la consolidación en Europa tiene que tener un primer capítulo imprescindible que es el de las fusiones con otros operadores dentro de cada país".

Murtra explicó que "consolidación intramercado tiene ventajas corporativas dentro de los mercados locales como la mayor escala y capacidad de inversión, una base de clientes más amplia y un balance más sólido".

El catalán ahondó en esta idea al destacar que "la compañía considerará consolidaciones intramercado, económicamente rentables. No habrá consolidación europea ni la consideraremos sin que haya una consolidación previa a nivel intramercado y sin racionalidad económica".

Murtra considera que esta estrategia "puede reforzar la autonomía estratégica europea" (Fuente: EFE)
Murtra considera que esta estrategia "puede reforzar la autonomía estratégica europea" (Fuente: EFE)

Pero ¿existe en España una o más operadoras con un volumen de negocio que sume potencial a Telefónica? La respuesta, no tantas. O, para ser más precisos, sólo dos: Digi y Vodafone España.

En caso de estar cualquiera de esas dos opciones en carpeta, estamos hablando de operaciones que por su envergadura modificarían el tablero de las telecos españolas. Los números no admiten dudas: Vodafone España cuenta con cerca de 3 millones de clientes, mientras Digi supera los dos millones de usuarios de fibra.

En relación a América Latina, mientras continúa el proceso de desmembramiento de Telefónica Hispam, Murtra indicó que la compañía trabajará para conservar el liderazgo que ostenta en Brasil como "mercado core y nos centraremos en lo que sabemos hacer como operador industrial".

Con todo, esta hoja de ruta cuenta con otra prioridad que es mantener una disciplina financiera de hierro. No hay que olvidar que uno de los grandes dolores de cabeza que Murtra heredó de las gestiones que le precedieron es precisamente el fuerte endeudamiento de la compañía. Que si bien la gestión de José María Álvarez-Pallete la redujo de 53.000 millones de euros a 28.758 millones, la tarea está aún lejos de concluir.