

Llevar un estilo de vida saludable es imprescindible para mantener un cuerpo y una mente en óptimas condiciones. Esto implica adoptar hábitos que promuevan la salud física y mental, como una alimentación equilibrada, la práctica regular de ejercicio físico, dormir lo suficiente y evitar el consumo excesivo de sustancias nocivas.
En este contexto, uno de los minerales que los expertos recomiendan consumir para ayudar al cuerpo a absorber el calcio es la vitamina D. Este nutriente es sumamente necesario para la salud ósea, la longevidad y el sistema inmunitario.

La vitamina que influye en la longevidad
Alberto Kramer, médico especialista en medicina familiar y comunitaria y miembro de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (SEMERGEN) ha declarado al portal de noticias El HuffPost que el consumo de vitamina D no solo tiene un papel fundamental para la salud física, sino que también "interviene en el sistema hormonal que influye en los procesos fisiológicos del cuerpo".
Por ello es que la exposición solar es la principal fuente de vitamina D. Kramer recomienda entre 15 y 20 minutos de exposición directa al sol entre los meses de marzo y octubre para así estimular los niveles adecuados de esta vitamina. No obstante, hay que tener en cuenta que se trata de una práctica que debe ser realizada con mucho cuidado, pues podría aumentar el riesgo de cáncer de piel.
Además de la exposición solar, existen otros elementos que pueden afectar nuestros niveles de vitamina D. Por ejemplo, seguir una alimentación balanceada es esencial para garantizar niveles adecuados de este nutriente.
¿Qué alimentos son ricos en vitamina D?
Los alimentos ricos en vitamina D son los pescados grasos (como el atún y el salmón), el yogur, el queso, la mantequilla o los huevos.

Aún así, si con el consumo de estos no fuera suficiente, entonces sería necesario recurrir a suplementos de vitamina D, aunque siempre con moderación para que no perjudiquen a nuestra salud.
¿Cuáles son los síntomas de la falta de vitamina D?
Los síntomas de la deficiencia de vitamina D pueden incluir:
- Fatiga
- Debilidad y/o dolor muscular
- Dolor en las articulaciones
- Depresión


