

Elestoicismo ha resurgido en la actualidad como una herramienta mental para enfrentar los desafíos de la vida moderna. Esta escuela filosófica, originaria de Grecia y que alcanzó su apogeo en Roma, ofrece valiosas enseñanzas. Pero, ¿qué es exactamente el estoicismo y de qué manera puede sernos útil en el siglo XXI?

Fundamentos históricos del estoicismo
La escuela estoica fue establecida en Atenas por Zenón de Citio durante el siglo III a.C. No obstante, fue en Roma, gracias a la influencia de pensadores como Séneca, Epicteto y Marco Aurelio, donde esta filosofía alcanzó su mayor desarrollo y difusión.
En su esencia, el estoicismo postula que la virtud (concebida como sabiduría) constituye el bien supremo y que los seres humanos deben vivir en armonía con la naturaleza, aceptando lo que no pueden modificar y enfocándose en aquello que sí está bajo su control.

Cuáles son los fundamentos del estoicismo
Uno de los pilares fundamentales del estoicismo es la dicotomía del control: es imperativo discernir entre lo que está bajo nuestra influencia y lo que escapa a ella. Las emociones, deseos y acciones son aspectos que podemos gestionar, mientras que la mayoría de los acontecimientos externos se encuentran fuera de nuestro dominio. Al comprender esta distinción, logramos liberarnos del sufrimiento innecesario que proviene de aferrarnos a situaciones que no podemos modificar.
El estoicismo también fomenta una perspectiva cósmica, recordándonos que somos una fracción diminuta e insignificante del vasto universo. Esta visión puede ser de gran utilidad para contextualizar nuestros problemas, permitiéndonos abordarlos desde una escala más amplia y objetiva.
Cómo aplicar el estoicismo en la vida cotidiana
Adoptar los principios estoicos puede proporcionar un marco para afrontar las dificultades de la vida moderna. En un mundo marcado por el estrés, la ansiedad y la incertidumbre, el estoicismo nos anima a centrarnos en nuestras acciones y reacciones, a cultivar la gratitud y a hallar la calma en medio del desorden.
Prácticas como la meditación estoica, la reflexión diaria y el ejercicio mental de la "premeditación de los males" (imaginar posibles dificultades para estar mejor preparados) son herramientas valiosas que podemos integrar en nuestra vida cotidiana.
Por lo tanto, aunque el estoicismo tiene sus orígenes en tiempos antiguos, sus enseñanzas siguen siendo pertinentes en la actualidad. Al adoptar una perspectiva estoica frente a la vida, podemos descubrir una mayor resiliencia, tranquilidad mental y, en última instancia, una existencia más rica y significativa.


