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En medio de mayores tensiones tras el Covid-19 y la guerra en Ucrania, el comercio global está regido por la "fragmentación", uno de los riesgos para la economía mundial de los que alerta el FMI. El último informe de la Organización Mundial de Comercio (OMC) señala que "la mejor alternativa para la fragmentación es la re-globalización, entendida como ampliar la integración comercial para alcanzar a más personas, economías y temas.

En medio de las restricciones para importar por la falta de divisas de la Argentina, la OMC plantea a modo global preocupaciones por el aumento de las barreras técnicas al comercio y el acceso al mercado, lo que también genera más dificultades para insertar las exportaciones locales.

En tanto, el aumento de los subsidios a la producción muestra un aumento y preocupa al organismo que favorece liberalizar el comercio pero que en esta edición de su informe anual hace salvedades sobre el impacto en el empleo, por ejemplo.

Ese detalle involucra, entre otros, a la Argentina. En medio del debate electoral sobre la liberalización de la política comercial hacia adelante, la OMC deja un dato para sumar a la discusión.

"La apertura del comercio en las economías en desarrollo parece dar lugar a cambios en el empleo entre sectores", reconoce la OMC, que evita las valoraciones sobre la calidad del empleo o los ingresos.

Los ejemplos incluyen "la reducción del empleo agrícola y de servicios superiores y manufacturero en Vietnam, una afluencia de trabajadores agrícolas, desempleados y no participantes al mercado laboral industrial en China".

Del otro lado, en el hemisferio americano, se observa "una reducción del empleo en la industria manufacturera, pero aumentó el empleo en la agricultura y la minería en Argentina, Brasil y México". El dato suma al debate electoral local, donde los sectores más heterodoxos plantean la protección industrial para sostener empleos con mayor valor agregado, mientras otros sectores proyectan un mayor avance de las actividades de base primaria y extractiva.

Resiliencia

Sobre el impacto de las crisis en el comercio, la OMC destaca que, pese a los riesgos, hubo muestras de resiliencia tanto por la pandemia como la guerra en Ucrania. "Si bien se produjeron perturbaciones en ambos casos y hubo contratiempos en la distribución de vacunas al comienzo de la pandemia, habrían sido sustancialmente mayores sin el comercio", advirtió.

"El comercio fue esencial para responder a los grandes aumentos de la demanda de vacunas, productos médicos y productos electrónicos. El comercio de productos médicos registró una tasa de crecimiento anual del 14,4% entre 2019 y 2021. En 2020, solo las exportaciones mundiales de productos de protección personal aumentaron un 44,6%. Las exportaciones de dosis de vacuna contra la COVID-19 aumentaron de casi cero en 2020 a 4.400 millones en todo 2021", agregó en base a cifras propias y del Banco Mundial.

Desde el inicio de la guerra en Ucrania, las economías importadoras tuvieron que adaptarse. "Las estimaciones muestran que la fuerte caída de las exportaciones de cereales de Ucrania a varias economías africanas se vio compensada por el aumento de las exportaciones de otros importantes proveedores de cereales, incluidos Argentina, Francia y Estados Unidos", sostiene sobre la respuesta de los productores.

Inflación, pero no tanta

El informe también relativiza el efecto de la suba de los precios de los alimentos, que fue uno de los factores que motorizó la inflación global y uno de los argumentos locales para explicar la inflación.

La OMC indica que los aumentos de precios, si bien se dieron, "se mantuvieron por debajo de las expectativas, ya que el comercio facilitó la sustitución entre proveedores y productos". Por ejemplo, las importaciones de arroz inicialmente reemplazaron a las importaciones de trigo y las importaciones de aceite de colza reemplazaron al aceite de girasol hasta que los mercados se ajustaron", ejemplificó.