En esta noticia

Aunque “la ve” y apuesta al impacto de los cambios de largo plazo, se reúne con la cúpula del Gobierno y valida a Javier Milei, Nicolás Pino, asegura que 2026, “no va a ser fácil”.

La próxima cosecha de granos superaría los 140 millones de toneladas en 2026 y habrá exportaciones por u$s 32.000 millones según las estimaciones de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires.

Aún así, según el titular de la Sociedad Rural Argentina (SRA) el sector agropecuario es de “baja rentabilidad” entre 3 y 4% al año según el escenario local, el internacional y cuestiones como el clima que “no se puede dominar”. “Por eso nos peleábamos tanto con el kirchnerismo”, señaló en diálogo con El Cronista.

En cambio, aunque reconoció que el campo continúa siendo una variable de ajuste para el Gobierno, el líder de la patronal rural apuesta por la gestión actual y, a la par, se enfoca en surfear la puja interna con su vicepresidente, Marcos Pereda, con quien disputará la presidencia el próximo año.

Aunque transita con una mochila cargada de reclamos, laborales, tributarios y de coordinación con organismos como SENASA o INTA, en plena transformación, el dirigente que lleva cerca de 35 años vinculado a la SRA, es optimista.

En el primer semestre, la Argentina exportó productos por u$s 39.741 millones y u$s 23.827 millones provienen del campo. La cifra equivale a 6 de cada 10 dólares que ingresan al país. El 69% proviene de las cadenas de granos, 14% de economías regionales, 9% carnes, 3% lácteos y un 5% de otros rubros.

“La política fue incorporando que el campo es una caja”, cuestionó y apuntó al cambio cultural. Del lado productivo, también apuntó a la reformulación del “bocho” frente al nuevo desafío: el endeudamiento en dólares frente a la falta de alternativas en pesos.

“Durante muchos años balances financieros positivos taparon malos resultados productivos”, dijo y explicó que esa posibilidad no está disponible ahora. “La productividad lleva un proceso” y la clave es la “eficiencia”.

Falta de financiamiento

Sin embargo, este momento encuentra al campo “desplatado” luego de distintos embates como la sequía a la que se suma, ahora, la falta de financiamiento que es la palanca para la recuperación. “Y lo que no inviertas, es mucho tiempo hacia delante de productividad no tan eficiente”, explicó y no pronóstico un retorno inmediato de tasas que permitan endeudarse, devolver y ganar.

En este punto marcó como alternativa los créditos en dólares con una tasa “más amable”. “Nosotros producimos mucho en valor dólar, pero tenemos pánico por los cambios” de la política económica y monetaria.

Inserción internacional

Encontrar la salida para incrementar la producción resultará clave para cumplir con los compromisos con China y las expectativas que abre el escenario de inserción internacional con el acuerdo UE – Mercosur y el bilateral con Estados Unidos, en plena negociación. “No va a ser fácil”, respondió en relación al acuerdo con UE por las trabas que pone ponen sector del agro del otro continente y por las debilidades del Mercosur.

En cambio, sobre la iniciativa con EE.UU., mencionó que la expectativa de incremento de exportación de carne ya generó mayores inversiones en la actividad ganadera. La otra cara de este beneficio -reconoció- será un alza en el precio local que, según datos del Instituto de Promoción de la Carne Vacuna Argentina (IPCVA), ya muestra un salto de 61% interanual, duplicando la inflación del Indec.

Esta preocupación se suma a otras que también son transversales a los distintos sectores económicos y se espera canalizar a través de los lineamientos que se discuten en el Consejo de Mayo donde la entidad es representada por Martín Rappallini, titular de la Unión Industrial Argentina (UIA).

Sobre las retenciones y las políticas de suba y baja aseguró que “lo ideal es que no se tomen medidas temporales sino permanentes para tener previsibilidad”, dijo aunque justificó las decisiones por la situación económica. En este punto mencionó que, como parte de está dinámica la proyección de producción de soja baja mientras sube la de maíz que “tiene mejor rentabilidad y más alternativas”, por ejemplo, como insumo para la cadena de la carne.

Reformas en agenda

Además de las retenciones, el jefe de la SRA apuntó a la carga tributaria “desbordante” y aseguró que es parte de los planteos que llevan a las reuniones con funcionarios de ARCA. “Uno no puede ser necio, el Estado tiene que recaudar”, dijo y asumió que aceptaría un alza en Ganancias a cambio de que “saquen todo el resto de impuestos”. En este punto señaló que una baja en la mochila impositiva redundaría en un crecimiento “inédito” de la producción.

Respecto a la actualización de la legislación laboral planteó expectativa respecto a la revisión de la carga patronal que en la actividad representa el 60% del costo salarial; modificaciones sobre indemnizaciones y períodos de prueba. Sin embargo aclaró que todo rige bajo el Convenio del Peón Rural.

En tanto sobre la desregulación del comercio que generó un salto en el ingreso de maquinaria y de alimento de otros países aseguró que “hay riesgos” pero volvió a enfocarse en la necesidad de hacer más eficientes los procesos. Aun así, de cara a la segunda etapa de gestión del Gobierno pidió que “se nivele la cancha” un punto que también es parte de la agenda con el gabinete económico.