El Alzheimer se ha convertido en uno de los mayores desafíos de salud pública, ya que afecta tanto a pacientes como a sus familias.
Expertos en neurología advierten que el primer síntoma suele estar relacionado con la pérdida de la memoria reciente, una señal que con frecuencia pasa desapercibida porque se confunde con el envejecimiento normal.
Sin embargo, reconocer este signo a tiempo puede ayudar a retrasar el deterioro cognitivo y a mejorar la calidad de vida del paciente.
¿Qué es lo primero que se olvida con el Alzheimer?
El síntoma inicial más común del Alzheimer es la dificultad para recordar información recién adquirida. Esto se manifiesta en olvidos de conversaciones recientes, tareas simples o eventos que ocurrieron hace apenas unos minutos.
No se trata de olvidar dónde se dejaron las llaves, sino de perder la capacidad de retener datos nuevos. Esta clase de memoria, llamada memoria a corto plazo, suele ser la primera afectada y constituye una señal de alerta que no debe pasarse por alto.
Síntomas tempranos del Alzheimer que pueden confundirse
En la etapa inicial, el Alzheimer puede pasar inadvertido porque las señales parecen triviales o asociadas al cansancio. No obstante, los especialistas señalan que es clave prestar atención a cambios como:
- Dificultad para encontrar palabras comunes.
- Olvidar nombres de personas recién conocidas.
- No recordar lo que se acaba de leer.
- Perder objetos con frecuencia.
- Problemas para planificar tareas simples.
Estos síntomas tempranos son los primeros indicadores de un posible deterioro cognitivo y requieren valoración médica.
Cómo retrasar el deterioro cognitivo del Alzheimer
Aunque el Alzheimer no tiene cura, existen hábitos y estrategias que pueden retrasar su progresión:
- Ejercicio físico regular, ya que mejora la circulación cerebral.
- Alimentación balanceada, con énfasis en frutas, verduras, pescado y grasas saludables.
- Entrenamiento cognitivo, como lectura, juegos de memoria o aprender nuevas habilidades.
- Socialización, mantener vínculos y actividades grupales.
- Control de factores de riesgo, como hipertensión, diabetes y colesterol.
Estas medidas no eliminan la enfermedad, pero sí pueden contribuir a conservar por más tiempo las funciones cognitivas.
Etapas del Alzheimer y su evolución
La enfermedad suele avanzar en tres fases:
- Alzheimer leve (temprano): olvidos frecuentes, desorganización y dificultad en ambientes exigentes.
- Alzheimer moderado (medio): confusión con fechas y lugares, cambios de humor y necesidad de ayuda en actividades diarias.
- Alzheimer grave (tardío): pérdida de la capacidad de comunicarse, dependencia total y complicaciones físicas.
¿Por qué el Alzheimer no se detecta a tiempo?
La detección tardía es uno de los principales problemas. Muchas veces los familiares asocian los primeros síntomas con el estrés o la edad, lo que retrasa la consulta médica. Además, existe una fase previa llamada Alzheimer asintomático, en la que los cambios cerebrales ya están presentes, pero sin manifestaciones externas.
Por ello, los especialistas recomiendan estar atentos a pequeños cambios en la memoria y la conducta, y consultar al médico cuando algo no encaje con lo habitual.
Con un diagnóstico temprano y un tratamiento adecuado, es posible ralentizar el avance del Alzheimer y mejorar significativamente la calidad de vida del paciente y su entorno familiar.