Los conductores en Colombia enfrentan un nuevo desafío que afecta su bolsillo. El precio de las autopartes sigue siendo un obstáculo para el mantenimiento de los vehículos, con costos que no dan tregua a los propietarios.
Las razones detrás de este aumento preocupan tanto a conductores como a expertos del sector. Factores como la dependencia del dólar, la inflación y la escasez de repuestos han generado un impacto directo en los seguros y la industria automotriz.
El impacto de este encarecimiento afecta directamente a los dueños de vehículos, aumentando el costo de mantenimiento y reparación. Esta situación también perjudica a las empresas de transporte, que deben destinar más recursos para mantener sus flotas operativas.
Preocupación entre conductores por el precio de las autopartes
El alto precio de las autopartes sigue siendo una preocupación para los propietarios de vehículos en Colombia. Aunque en 2025 la tendencia ha sido más estable, el costo de los repuestos sigue elevado debido a que tres cuartas partes de estos productos son importados y dependen de la tasa de cambio del dólar.
Otros factores como la inflación, la escasez de piezas y la sofisticación de los vehículos modernos también han contribuido al aumento de precios. La Asociación Gremial de Concesionarios de Automotores (Aconauto) ha propuesto eliminar el impuesto al consumo y reducir el IVA para reactivar el mercado, además de simplificar la normativa para renovar el parque automotor de carga.
El alza en las autopartes afecta a los seguros en Colombia
El precio elevado de los repuestos también ha influido en el valor de las pólizas de seguros. Aunque el costo medio de reparación cayó un 8 % en 2024, cerrando en $7,81 millones, las aseguradoras han ajustado sus tarifas debido a la presión que ejercen los repuestos más costosos sobre sus gastos.
El alto costo de los repuestos no solo incrementa el valor de las pólizas, sino que también afecta la rapidez en la resolución de siniestros. Al ser más costoso y complicado conseguir ciertas autopartes, las aseguradoras pueden tardar más en cubrir reparaciones o indemnizaciones, lo que genera demoras en la entrega de los vehículos reparados.