El presidente de Colombia Gustavo Petro tomó la decisión de pausar los ascensos, y por ende aumento de sueldos, de un grupo de trabajadores que tiene una fuerte presencia en todo el territorio. ¿De qué se trata?
El mandatario colombiano ha detenido los ascensos de más de 600 policías en Colombia, lo que ha generado un profundo malestar en la institución. Aunque los uniformados ya cumplieron con todos los requisitos legales y administrativos para ser promovidos, la ausencia de la firma presidencial impide que los ascensos se hagan efectivos y, por lo tanto, que los oficiales reciban los aumentos salariales correspondientes.
Gustavo Petro frena los ascensos de la policía
Esta situación afecta directamente a oficiales de distintos rangos como capitanes, tenientes, subtenientes y mayores, quienes llevan más de dos meses esperando su nuevo nombramiento. La falta de acción del Ejecutivo ha generado un clima de incertidumbre dentro de la fuerza pública, sobre todo porque ya estarían listos los decretos necesarios para oficializar los ascensos, según fuentes cercanas al Gobierno.
Para algunos dentro de la institución, el retraso tiene una posible motivación política. Interpretan la decisión de Gustavo Petro como una señal vinculada a su política de Paz Total, que ha sido criticada por dar mayor protagonismo a grupos al margen de la ley, en detrimento del respaldo a las fuerzas de seguridad legalmente constituidas. Sin embargo, el Gobierno no ha emitido una postura clara al respecto.
Las consecuencias económicas y la preocupación en las fuerzas de seguridad
Más allá del impacto institucional y emocional, la paralización de estos ascensos también tiene consecuencias económicas importantes. Muchos de los uniformados planificaron su economía familiar anticipando el aumento salarial que debería haber llegado con su nuevo grado. En varios casos, incluso, contrajeron deudas pensando en un ingreso que aún no se materializa.
El caso de un capitán que esperaba ascender a mayor y recibir un aumento de aproximadamente dos millones de pesos ilustra la carga económica que enfrentan varios miembros de la fuerza. Sin la firma presidencial, estos oficiales quedan en un limbo administrativo que afecta tanto su proyección profesional como su estabilidad financiera.