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Los caballos, con su belleza y majestuosidad, han estado al servicio del ser humano durante milenios. Su fuerza y resistencia física han sido claves en diversas civilizaciones, pero más allá de su apariencia imponente, los caballos tienen una serie de características sorprendentes y secretos ocultos que los hacen aún más fascinantes.

Aquí, exploraremos algunos de las características más destacadas, y también poco conocidas, basadas en investigaciones científicas que revelan comportamientos y habilidades que pocos conocían sobre estos animales.

Los secretos mejor guardados de los caballos

Aunque existen estudios fascinantes sobre la inteligencia y las habilidades emocionales de los caballos, muchos de estos estudios están publicados en revistas científicas especializadas, que pueden ser difíciles de acceder para el público general.

Los caballos tienen una visión increíblemente compleja

Los caballos tienen una visión muy diferente a la de los seres humanos, y una de sus características más sorprendentes es su capacidad para ver casi 360 grados alrededor de ellos. Los caballos tienen ojos ubicados a los costados de su cabeza, lo que les permite una visión panorámica, ayudándolos a detectar posibles depredadores con rapidez.

Sin embargo, a pesar de esta visión amplia, los caballos tienen un punto ciego en la parte frontal de la cara y otro justo detrás de su cuerpo.

Lo más impresionante es que, aunque su campo visual es extenso, no todo lo que ven es nítido. Los caballos tienen una visión más borrosa en comparación con los humanos, especialmente en las áreas que no están en el centro de su campo visual. Además, los caballos tienen una excelente visión nocturna gracias a una capa especial en sus ojos llamada tapetum lucidum, lo que les permite ver con claridad en condiciones de poca luz.

Comunicación a través del lenguaje corporal: ¿Qué nos dicen sus orejas?

A lo largo de los siglos, los caballos han desarrollado una compleja forma de comunicación, principalmente a través de su lenguaje corporal. Aunque no pueden hablar como los humanos, los caballos utilizan sus cuerpos, especialmente sus orejas, para transmitir una variedad de emociones y pensamientos. Las orejas son uno de los principales indicadores del estado emocional de un caballo.

Cuando un caballo tiene las orejas hacia adelante, normalmente está alerta, interesado o concentrado en algo. Si las orejas están hacia atrás, esto puede significar que el caballo se siente molesto, frustrado o incluso agresivo. Además, el movimiento lateral de las orejas indica que el caballo está evaluando su entorno o percibiendo un peligro cercano. Un caballo que agita las orejas de un lado a otro también puede estar demostrando irritación o incomodidad.

Inteligencia emocional: ¿Los caballos sienten empatía?

En 2019, un estudio de la Universidad de Sussex reveló que los caballos pueden diferenciar entre expresiones faciales humanas positivas y negativas. Por ejemplo, un caballo puede acercarse a una persona que está sonriendo y alejarse de alguien que parece enojado.

Por su parte, un estudio de la Universidad de Lincoln encontró que los caballos son muy sensibles a las emociones humanas y también responden a los cambios en el tono de voz y la postura corporal, lo que sugiere un alto nivel de inteligencia emocional.

Los caballos también pueden sentir el estrés o la ansiedad de las personas, lo que los hace ideales para terapias asistidas por animales, como la equinoterapia. Estos animales muestran una capacidad única para calmar a las personas que se encuentran emocionalmente alteradas, lo que refuerza la idea de que los caballos poseen una forma de inteligencia emocional muy desarrollada.

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La memoria de los caballos: más allá de lo que pensamos

Aunque se pensaba que los caballos tenían una memoria limitada, investigaciones recientes han demostrado que tienen una excelente capacidad para recordar personas, lugares y experiencias pasadas. Un estudio realizado en la Universidad de Guelph en Canadá concluyó que los caballos pueden recordar a las personas y asociarlas con experiencias pasadas, tanto positivas como negativas.

Esto significa que un caballo puede recordar a un jinete o cuidador durante años, e incluso puede reconocer lugares específicos como el establo o el campo de entrenamiento. Además, los caballos pueden recordar detalles específicos de su entrenamiento y las rutinas diarias, lo que les permite anticipar eventos futuros, como la hora de la alimentación o el momento de la actividad física. Esta capacidad de recordar y aprender de experiencias pasadas es clave para el entrenamiento de los caballos.

Los caballos pueden aprender y resolver problemas

Los caballos son animales increíblemente inteligentes que pueden aprender no solo de la experiencia, sino también observando a otros. Los caballos han demostrado ser capaces de resolver problemas complejos. Por ejemplo, pueden aprender a abrir puertas para acceder a la comida o a superar obstáculos físicos, lo que indica habilidades cognitivas avanzadas. Un estudio publicado en el Journal of Animal Cognition discute cómo los caballos muestran habilidades de resolución de problemas en contextos de entrenamiento.

Además, los caballos pueden aprender observando a otros animales o seres humanos. Esta habilidad de aprender por imitación los convierte en animales muy adaptables y fáciles de entrenar.

Los caballos tienen un "sentido del tiempo"

El "sentido del tiempo" de los caballos ha sido un tema de interés en los estudios científicos. Aunque no tienen un reloj interno como los seres humanos, los caballos tienen una notable capacidad para anticipar eventos. Los caballos pueden reconocer patrones de tiempo, como la hora en que se les alimenta o el momento de su entrenamiento, lo que les permite anticiparse a estas rutinas.

Este sentido del tiempo también se ve reflejado en su comportamiento de búsqueda de rutina. Los caballos pueden distinguir entre diferentes períodos del día, y algunos estudios sugieren que tienen la capacidad de predecir el futuro inmediato basándose en las experiencias pasadas. Este "sentido del tiempo" hace que los caballos sean animales muy adaptables y con una gran capacidad de aprendizaje.

Los caballos tienen un fuerte sentido de la amistad y la pertenencia social

A diferencia de lo que muchos piensan, los caballos son animales profundamente sociales que valoran las relaciones dentro de su grupo. Investigaciones han demostrado que los caballos pueden formar amistades con otros caballos y seres humanos. Estas relaciones no solo mejoran su bienestar emocional, sino que también son vitales para su salud mental.

Los caballos son animales que dependen de la jerarquía social dentro de su grupo. Pueden formar lazos estrechos con otros miembros de su manada, y a menudo se asocian con ciertos compañeros para interactuar de manera más frecuente. Esta necesidad de pertenencia social se observa también en su trato con los seres humanos, a quienes pueden reconocer como "amigos" y se acercan en busca de afecto y compañía.

Más allá de una fuerza y resistencia únicas, los descubrimientos mencionados resaltan la magnificencia de los caballos, mostrando que son más que simples animales de trabajo, sino seres con un alto grado de inteligencia y emociones, dignos de admiración y respeto.