El Congreso de Colombia aprobó una nueva ley que obliga a todos los colegios del país, públicos y privados, a incorporar una asignatura dedicada a la educación emocional que será impartida desde preescolar hasta la educación media.
La iniciativa, establecida en la Ley 625 de 2025, marca un giro en el enfoque educativo tradicional, sumando una dimensión psicoafectiva al currículo académico.
A partir de su implementación, las competencias emocionales serán parte de las pruebas Saber 11, junto a materias como matemáticas, lectura crítica y ciencias naturales.
Evaluación Icfes: qué contenidos se enseñarán según el nivel educativo
La ley establece lineamientos temáticos diferenciados para cada etapa escolar donde en preescolar y los tres primeros años de básica, se abordarán aspectos como el vínculo afectivo, el reconocimiento de emociones básicas (miedo, tristeza, rabia, ansiedad), la empatía y el desarrollo sexual.
En básica primaria y secundaria, los contenidos se enfocarán en el desarrollo de la identidad, el pensamiento crítico, la aceptación grupal y la prevención de problemáticas psicosociales. Por otro lado, en educación media, se tratarán temas como relaciones interpersonales, autonomía, toma de decisiones y prevención de conductas de riesgo.
Educación: docentes también serán formados para la nueva ley
Además de impactar directamente a los estudiantes, la Ley 625 de 2025 contempla la formación específica para el personal docente, orientadores, cuidadores y trabajadores sociales. Esta capacitación estará a cargo del Ministerio de Educación Nacional, junto con un Comité Científico, Académico y Técnico en Educación Emocional que será creado para desarrollar la implementación metodológica.
Este comité reunirá a expertos de diferentes disciplinas y será el encargado de definir los lineamientos pedagógicos, técnicos y científicos para que la cátedra tenga un enfoque sólido, transversal y adaptado a cada grupo etario.
Un modelo basado en evidencia: el caso "Pisotón"
La inspiración de la nueva materia obligatoria proviene del programa "Pisotón", desarrollado por la Universidad del Norte en Colombia. Este proyecto ha demostrado que incluir el componente emocional en las aulas mejora no solo las relaciones interpersonales, sino también el proceso de enseñanza-aprendizaje.
Según los impulsores del proyecto, esta integración les permite a los niños y adolescentes identificar sus emociones, comprenderlas y actuar con mayor autonomía y respeto, tanto en el entorno escolar como fuera de él.
Qué deben hacer ahora los colegios del país
Una vez el presidente sancione la ley, los colegios tendrán que iniciar el proceso de adaptación para incorporar esta nueva cátedra en sus planes académicos. Deberán establecer horarios, capacitar a los docentes, preparar materiales y comenzar a formar a sus estudiantes en inteligencia emocional.
Esto no solo busca mejorar la calidad educativa en Colombia, sino también generar un impacto positivo en la salud mental y el bienestar de toda la comunidad educativa. Y, por supuesto, prepararse para rendir cuentas en el nuevo Icfes.