La reconocida cadena de restaurantes TGI Friday's ha anunciado el cierre definitivo de todos sus locales en Colombia, marcando el fin de su presencia en el país.
Este anuncio impacta profundamente al sector gastronómico, pues TGI Friday's operaba en puntos estratégicos de Bogotá y Barranquilla. El cierre se debe a un proceso de bancarrota presentado por la compañía en Estados Unidos, como parte de su reestructuración bajo el Capítulo 11 de la ley de quiebras.
TGI Friday's se despide de Colombia
TGI Friday's comenzó sus operaciones en Colombia con la ambición de convertirse en un referente en el mercado de restaurantes casuales. Su primer local en la Calle 93 de Bogotá atrajo a una clientela fiel, al igual que los otros puntos que la marca estableció en Barranquilla.
Sin embargo, las dificultades financieras agravadas por la pandemia y el aumento de costos operativos hicieron insostenible su permanencia en el país. A pesar de haber buscado alternativas para reestructurar sus deudas en el mercado colombiano, la compañía ha decidido cerrar definitivamente sus locales.
Crisis global en la industria de restaurantes
La bancarrota de TGI Friday's es un reflejo de la crisis que enfrenta la industria de restaurantes a nivel mundial. El confinamiento y las restricciones durante la pandemia llevaron a una disminución drástica en el número de comensales, y los ingresos de muchas cadenas se vieron afectados.
"Los desafíos financieros se vieron impulsados principalmente por las consecuencias de la pandemia, que afectó tanto la operatividad como la capacidad de generar ingresos", explicó Rohit Manocha, presidente ejecutivo de la compañía. Las deudas de la cadena, estimadas entre 100 y 500 millones de dólares, llevaron a esta reconocida marca a tomar la difícil decisión de cesar operaciones en varios mercados.
¿Qué sigue para TGI Friday's?
La reestructuración bajo el Capítulo 11 permitirá a TGI Friday's continuar operando en Estados Unidos, donde busca proteger a sus franquicias. Estas franquicias, tanto en Estados Unidos como en otros países, no se verán afectadas por el proceso de bancarrota, ya que operan de forma independiente.
Además, la compañía ha establecido un Acuerdo de Servicios de Transición (TSA) para ofrecer respaldo a los franquiciados y asegurar la continuidad de la marca en esos mercados.
Aunque la compañía busca reorganizarse y mantener su presencia en otros territorios, el sector de restaurantes casuales sigue enfrentando desafíos globales que ponen a prueba su capacidad de adaptación.