Casado con Paula, padre de Franco, de 20 años, y de Josefina -a punto de cumplir 18-, Diego Guaita, CEO del Grupo San Cristóbal, de 51 años siempre tuvo en claro qué quería hacer en la vida. Desde pequeño observaba a su padre, contador, y se imaginaba siguiendo sus pasos. Sentía atracción por los números, le gustaba la matemática... se recibió de actuario en la Universidad de Buenos Aires y hoy siente la satisfacción de ver sus sueños hechos realidad.

Sin embargo, su día a día está menos vinculado con los números que con la toma de decisiones. Como líder de San Cristóbal, hace hincapié en la formación de equipos de trabajo, un punto que considera crucial: "Una vez que armás el equipo, las tareas se hacen más fáciles. Siempre digo que lo que me gusta es hablar de las personas correctas en el equipo. Pueden ser las más talentosas o no, pero para mí hay que armar el equipo con las personas indicadas y hacer que convivan. Ahí está la magia. Lo difícil es hacer que el equipo funcione, pero cuando lo lográs, como líder tu trabajo es mucho más sencillo".

Hace 4 años Guaita se encarga de "guiar a la organización, establecer las prioridades y hacer que los equipos funcionen". Confía en su ojo clínico para detectar a los colaboradores ideales para cada función. Hizo un largo recorrido profesional en el que fue aprendiendo los secretos de la toma de decisiones. Su paso por la consultora Mercer, el banco BBVA y la aseguradora Willis Towers Watson resultó determinante para su formación. Claro que la primera gran lección la recibió muy joven, cuando aún cursaba sus estudios secundarios.

Empezó a trabajar en la empresa transportista de su abuelo. El futuro actuario iba en camino a ser perito mercantil. Observaba con recelo un modelo de gestión que incluía pagos semanales al personal. Le parecía "engorroso, muy poco administrativo e ineficiente en términos de gasto". Tuvo que hacerse cargo de la compañía ante una enfermedad de su abuelo y optó por hacer cambios. No abonó el viernes siguiente como se hacía religiosamente y se encontró con que, pasado el fin de semana, casi nadie fue a trabajar.

"Mi abuelo no había terminado el secundario, pero tenía el oficio. Y el oficio es el oficio", explica sobre las enseñanzas que recogió de esa primera experiencia laboral. "Se aprende mucho de los errores. Aprendí a saber que no tengo la razón en todo. Cuando uno es adolescente cree saber todo y se puede dar esos golpes. Me sirvió para aprender a escuchar, a no tomar decisiones apresuradas, a pedir consejos... Todo eso es fundamental cuando se tienen posiciones de liderazgo", agrega como si en su mente desfilaran los recuerdos de aquellos días.

"Aprendí a saber que no tengo razón en todo", afirma Guaita, número uno de la aseguradora.
"Aprendí a saber que no tengo razón en todo", afirma Guaita, número uno de la aseguradora.ALEJANDRA LOPEZ

La resiliencia y el autocontrol son, para Guaita, herramientas decisivas en la toma de decisiones. "Los números me dan información porque son confiables y dicen lo que tienen que decir. Son fáciles de entender, pero no son lo único. También está la intuición. A mí me gusta la combinación entre las personas, la tecnología y los números. En ese equilibrio se puede construir cualquier cosa", relata a la hora de determinar los mecanismos que pone en marcha para conducir el Grupo San Cristóbal.

Si bien lo apasiona el trabajo, se concede la posibilidad de hacer una pausa y relajarse. En esos momentos disfruta de una actividad que se ha apoderado de él en los últimos tiempos: la cocina. Su especialidad son las carnes -en particular la bondiola a la cerveza- y comparte esa actividad con su hija Josefina. Ambos despiertan las quejas de Paula, que sufre por el caos que ocasiona ese nuevo pasatiempo.

También le gusta leer y mirar películas. Con la familia comparte el objetivo de participar en una carrera de 10 kilómetros a fin de año. Se desconecta del mundo laboral los fines de semana. Nada de redes sociales (solo usa LinkedIn y YouTube, su proveedor de ideas para experimentar en la cocina). Tampoco mensajes ni llamados. Respeta sus tiempos libres y los de sus colaboradores.

Así es Diego Guaita, el CEO de San Cristóbal, el "profesional al que le gusta mucho trabajar con personas, construir equipos, divertirse y disfrutar de la vida".

La versión original de esta nota se publicó en el número 353 de revista Apertura.