EN 2006 LA EMPRESA SE RETIRÓ DEL SEGMENTO

Tras el conflicto por patentes, Monsanto vuelve a vender semillas de soja en el país

Comenzará a vender este año su nueva semilla con la marca Asgrow. Está resguardada por la Ley de Patentes y por un acuerdo con el sector productor y exportador

Pasaron siete años antes de que la mayor semillera del mundo, Monsanto, pudiera volver al mercado argentino con su propia marca de semillas de soja.
El país es el tercer exportador mundial de derivados de soja, detrás de Estados Unidos y Brasil, pero por un conflicto de patentes, que inclusive llegó a tribunales internacionales en Europa, la estadounidense Mosanto se retiró del segmento local tras diez años de presencia con su revolucionaria soja RR.
Pero la firma nunca abandonó su intención de volver al mercado. De hecho, en una nota publicada por este diario el 3 de diciembre de 2010, la empresa indicó su intención de volver a vender semillas de soja en 2013. Y lo hizo.
A partir de esta campaña, la multinacional volverá, aunque con una partida reducida, al mercado de semillas de soja argentino con su propia marca, Asgrow. De esta forma, comercializará su nueva tecnología, Intacta RR2 Pro, que estará además disponible a través de tres licenciatarias: Nidera, Don Mario y la Asociación de Cooperativas Argentinas (ACA).
Para volver a poner pie en el país con una tecnología en soja, Monsanto cambió la estrategia con la que ingresó al mercado nacional en 1996: por empezar, patentó Intacta, saldando un error de base cometido en el pasado. Como segunda medida, acordó con la cadena comercial que incluye a los exportadores la fiscalización del pago por la tecnología incluida en las semillas, de forma que, si el agricultor no abona el canon tecnológico al comenzar la siembra, deberá hacerlo al momento de la exportación.
Todo esto, porque la semilla de soja es autógama, lo que implica que al sembrarla se puede obtener una igual a la inicial, y volver a usarla.
Hoy, la Ley de Semillas vigente no obliga a los productores a comprar semilla nueva, y pueden reutilizar todas las semillas que quieran, pero deben pagar a la empresa un porcentaje por ello. Al momento, esto se hace bajo la forma de acuerdo de partes.
Actualmente, se encuentra en discusión una modificación de la Ley de Semillas que limite esa práctica llamada uso propio a un área equivalente a la cosechada. Es decir que, si se sembraron, por caso, 300 hectáreas de soja, la reutilización de semillas se permita hasta esa extensión.
Intacta abre a Monsanto un gran mercado potencial. El gerente de Asuntos Industriales de Monsanto Latinoamérica Sur, Patricio Gunning, espera una penetración de entre el 60% y el 80% del mercado total de soja en la Argentina.
Por su parte, Alfredo Paseyro, presidente de la Asociación de Semilleros Argentinos, aseguró que esta tecnología diseñada exclusivamente para la región pone al país en una situación de privilegio como oferente mundial de alimentos.

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