

Así como ya no habrá necesidad de seguir debatiendo si Telefónica es o no es propietaria de Telefe y por ende, la emisora no tendrá que cumplir con un plan de adecuación a la Ley de Medios, el empresario mexicano David Martinez tampoco tendrá que desprenderse de sus acciones en Cablevisión como condición sine qua non para quedarse con la mitad de Telecom Argentina. Es que el mismo artículo del proyecto oficial de ley Argentina Digital habilita al grupo español a brindar servicios audiovisuales, habilita al dueño del fondo Fintech a mantener el 40% de la operadora de TV por cable del Grupo Clarín.
Esto es posible porque el artículo 9 de la polémica iniciativa oficial que comenzará a tratar el Senado para intentar convertirla en ley lo más rápido posible, habilita a los licenciatarios de servicios TIC a ofrecer comunicación audiovisual. A su vez, le permite a estos últimos brindar servicios TIC. Y para no dejar dudas, el artículo aclara que los licenciatarios de servicios públicos como Telefónica y Telecom quedan exceptuados del inciso d) del artículo 25 de la Ley 26.522 de Comunicación Audiovisual. Traducido, este artículo de la ley de Medios establecía las condiciones de admisibilidad para ser licenciatario de servicios de comunicación audiovisual. Y en su inciso d) excluía a las prestadoras de servicios públicos, entre ellas las telefónicas.
Pero el proyecto del Gobierno para regular todo el mercado de las tecnologías de la información y las comunicaciones (TIC), desarticula estos postulados y le da vía libre a las telefónicas para ingresar en un negocio actualmente liderado por Cablevisión.
En este marco, David Martinez podrá seguir siendo socio minoritario de la operadora de TV por cable. Por lo menos, no se verá obligado a vender sus acciones para que el Gobierno le autorice pagar de una vez por todas u$s 860 millones por el 68 % de Sofora, sociedad dueña de Telecom Argentina. Hasta ahora, y por las demoras de los organismos reguladores en analizar el deal, Fintech debió cambiar las condiciones del acuerdo inicial con Telecom Italia y conformarse con adquirir el 15% de la filial local del grupo europeo. También se impuso un plazo de dos años para lograr las autorizaciones finales.
En este contexto, las acciones que seguirá controlando en Cablevisión seguramente irán, con el tiempo perdiendo valor, si se cumplen los presagios de quienes advierten que la futura Ley Argentina Digital es otra herramienta del kirchnerismo para seguir intentando acorralar y terminar con el Grupo Clarín.
En el caso de la operadora de cable advierten que las imposiciones y regulaciones de la nueva norma "terminarán destruyendo su valor" y degradando sus inversiones. Según quienes sostienen esta teoría, las telefónicas saldrán favorecidas al poder ofrecer triple play y contenidos audiovisuales mas allá de las imposiciones de precios y de mercado que aplicará la futura ley, mientras que Cablevisión seguirá sin poder brindar telefonía, a pesar de tener ya numeración autorizada.
De hecho, también recuerdan que la licitación de la nueva frecuencia de 4G (ver nota aparte), incrementará los negocios de las telefónicas. De esta subasta, Cablevisión decidió no participar por entender que se cambiaron las reglas de juego a favor de sus competidoras y está a punto de presentar ante la justicia un recurso de ampara para frenar el proceso.
También advierten que se degradará el servicio de Fibertel, al verse obligada a compartir la última milla del servicio con otras empresas y a un precio que será impuesto por el Estado nacional. Si bien el mismo esquema regirá para las empresas de Internet de las telefónicas, las fuentes cercanas a Clarín señalan que la más perjudicada será Fibertel "porque es la que mejor servicio ofrece". "La red va a colapsar y no habrá capacidad de inversión", anticipan.













