

El fondo de inversión norteamericano Ashmore está a punto de cerrar la venta de su brazo energético Ashmore Energy International (AEI), que posee importantes participaciones accionarias en varias empresas eléctricas y gasíferas con operaciones en América latina, en especial en Brasil y Argentina.
En punta picó el mayor holding energético español, Iberdrola, en sociedad con tres ejecutivos locales como son Marcelo Mindlin, a través de su controlada Pampa Energía; el empresario logístico Alfredo Roman y el banquero Enrique Ruete Aguirre.
Los cuatro vienen manteniendo negociaciones con Ashmore desde que el fondo decidió, en noviembre pasado desprenderse de las acciones que controla en la región tras haber fracasado dos veces en su intento por salir a cotizar en la bolsa de comercio de Nueva York. Estos fallidos hicieron que sus mayores grupos accionistas decidieran emprender nuevos rumbos y buscaran convertir sus participaciones en Ashmore en dinero. Ayer, el diario brasileño Valor dio por cerradas las negociaciones y sostuvo que Iberdrola, a través de su controlada brasileña Neoenergia, había pagado u$s 8.000 millones por la compra de todos los activos del fondo norteamericano, incluyendo el 42% del capital de Emgasud; y las participaciones en las distribuidoras eléctricas EDEN y Emdersa y en Transportadora de Gas del Sur (TGS).
Pero casi de manera simultánea, voceros de Iberdrola negaron la información desde España a través de un comunicado, mientras que en Ashmore prefirieron no hacer comentarios. De todos modos, El Cronista pudo saber de fuentes cercanas a varios de los grupos involucrados que el holding europeo y sus socios argentinos habrían acercado una oferta y cerrado un acuerdo de exclusividad que vence a mitad de mes. De llegar a buen puerto, los cuatro grupos se repartirían los activos, quedando los negocios de Ashmore en Brasil y Perú en manos de Iberdrola, y los de Argentina en poder del trío Mindlin-Roman-Ruete Aguirre.
En Brasil, Ashmore es dueño de la distribuidora Elektro, la más grande del país vecino con operaciones en San Pablo. Además, posee centrales de generación energética y una red de gasoductos de 4.920 kilómetros, incluyendo conexiones entre Bolivia, Brasil y Argentina.
Por este motivo, si las negociaciones con Iberdrola y sus socios argentinos fracasan, dos grupos brasileños se encuentran a la espera reemplazar al gigante español. Se trata de Companhia Energetica de Minas Gerais (Cemig), y CPFL Energia. Ambos son fuertes en su país. Y estarían dispuestos a negociar la venta de los activos en Argentina ya que no tendrían intenciones de desembarcar en el mercado local por considerar que la intervención del Gobierno en el sector genera dudas sobre la viabilidad del negocio.
Los grupos interesados fueron acercados por Goldman Sachs, contratado por Ashmore para desprenderse de sus acciones.
Ashmore también posee activos en Colombia, Perú, Nicaragua, República Dominicana, y también en Polonia, Turquía y Paquistán, que están en venta.










