

El mundo de las grandes empresas tecnológicas especializadas en soluciones de infraestructura corporate no seduce a primera vista al observador común. Generalmente, no incluye gadgets, ni juegos, ni casos de superación personal (léase: entrepreneurs). Sin embargo, cada tanto, aparece un anuncio que permite hacer volar la imaginación por las dimensiones que implica. El reciente comunicado entre Lenovo e EMC fue uno de esos casos.
En enero, las firmas confirmaron la creación del joint-venture LenovoEMC Ltd., como empresa independiente. El objetivo: La asociación estratégica en cuanto a servidores y soluciones de almacenamiento (...), que traerá soluciones de almacenamiento conectado a una red (NAS) de ambas marcas.
China, en la mira
Si bien ya estamos en China, el Gobierno de Beijing tiende a favorecer a las empresas chinas si pueden ofrecer capacidades similares a las de sus competidores occidentales, explicó Joel Schwartz, el ejecutivo que lideró las negociaciones de parte de EMC, las motivaciones de su empresa. Entendimos que si no lográbamos forjar algún tipo de sociedad con una empresa china, corríamos el riesgo de que, en tres a cinco años, no tendríamos razones para sentirnos tan seguros. agregó el Senior Vice President y General Manager Global New Business Development de la estadounidense. El acercamiento a Lenovo coincidió con el vencimiento del acuerdo licenciatario que tenía EMC con Dell para la rama de servidores.
Ayudó que Lenovo está por estos días embarcada en conquistar justamente ese segmento. En diálogo con este suplemento, Alberto Paiva, gerente General de Lenovo Argentina, que produce equipos en el país en alianza con Newsan, analizaba hace unos meses por qué el negocio de la compañía, hoy, se enfoca más allá del concepto de las cuatro pantallas (PC, laptop, tablet y smartphone) y apunta a convertir a la firma en uno de los líderes en servidores y servicios: Vamos de a poco, pero estamos entrando a todo el tema del ecosistema, indicó Paiva. En la región, los servidores de Lenovo hoy se venden en Venezuela y México, en dos formatos: desktop y rakeables, de hasta dos procesadores.
Para la empresa conjunta, EMC aportará a la operación de su subsidiaria Iomega, especializada en el diseño de discos portátiles y memorias para pymes. También proveerá asistencia en materia de ingeniería para que Lenovo pueda acelerar el desarrollo de su unidad de servidores. Además: Nos comprometimos a incorporar esos equipos en nuestra línea de productos, reveló Schwartz.
En Lenovo, anticipan que, a nivel local, los primeros equipos con soluciones de Iomega incoporados, que suelen tener un costo menor a los u$s 25.000, estarán llegando a mitad de 2013. La distribución comenzaría ya a partir del primer trimestre. La meta es poder ofrecer una solución global tanto de informática, storage y hardware para el segmento más chico de pymes, indicó Paiva, el viernes pasado, ante IT Business.
La oferta de la asiática se centra hoy en tres segmentos: consumo, corporativo y pymes. Pero era en este último donde la compañía necesitaba hacer un nuevo esfuerzo y en el cual se enfocó hace un año. El share no era malo, pero tampoco teníamos una solución que nos permitía tener el foco en lograr una participación de un 20% y 25% de todo el mercado. Y a medida que uno crece y empieza a tener mayor granularidad, desde el punto de vista de consumidores y de canales, los mismos clientes empiezan a exigir una solución más completa entre hardware y storage. Y nosotros eso no lo teníamos, hasta ahora, desglosó Paiva.
El foco es compartido por EMC. Lo que buscamos con este acuerdo no es sólo ganar en China sino a nivel global, indicó Schwartz, cuya empresa genera el 75% de sus ingresos en el segmento de storage. El ejecutivo admitió al respecto que su nuevo socio tiene más canales que abastecen al segmento pyme que EMC. Y eso, especialmente en el segmento chico, donde nosotros, no tenemos presencia, más allá de lo que puede tener con Iomega, agregó. Cabe recordar que, según datos de IDC, sólo a nivel local el gasto de las pymes en soluciones de storage externo llega a apenas u$s 3,5 millones, un volumen que representa menos del 7% del mercado. Una oportunidad para la que dos compañías con una proyección como la de Lenovo y EMC bien podrían valerse de su dimensión y pensar, incluso, más allá. Aunque, mientras, nadie habla de fusión, como se esmeraron por subrayar sus voceros.









