Inmersa en una crisis financiera desde mediados del año pasado, finalmente, Celulosa Argentina cambió de dueño. Así lo informó la mayor papelera del país en una carta que envió a la Comisión Nacional de Valores (CNV). El comprador fue el financista Esteban Nofal, que hace poco también se había interesado en la agroexportadora Vicentin, también concursada. El precio total de la operación fue de u$s 1. Celulosa pidió su convocatoria de acreedores por más de u$s 128 millones.

De acuerdo con el comunicado oficial, Nofal adquirió 452,6 millones de acciones clase B de la empresa -equivalentes al 4,48% del capital- a Douglas Lee Albrecht, José Manuel Urtubey y Juan Manuel Collado. Además, compró el 100% de las participaciones de Tapebicua Cayman Limited. Con esta operación, el empresario pasó a controlar aproximadamente el 45,5% del capital social y de los votos de la compañía.

El comunicado también precisó que el precio promedio de las acciones clase B de Celulosa Argentina durante el último semestre fue de $ 282,1 por cada 100 acciones. Este viernes, no obstante, se dispararon 22,86%, a $ 279,50, contra una caída de 0,68% del índice Merval.

Nofal, se anticipó, solicitará a la CNV que se le aplique una excepción prevista en la normativa, para no tener que utilizar ese valor de referencia en la oferta pública de adquisición (OPA) a la que está obligado a hacer a los inversores minoritarois. El argumento son las dificultades financieras que atraviesa la empresa desde mediados del año pasado.

Hijo de Luis, cofundador de Torneos y Competencias, Nofal es financista y dueño del grupo inversor nacional CIMA. En 2021, adquirió SES, una sociedad de TGLT que la constructora Caputo -a la que TGLT compró en 2018- había usado históricamente para canalizar contratos de obra pública, un negocio que la empresa de Nicolás Caputo y sus hermanos había reducido cuando Mauricio Macri asumió como jefe de Gobierno porteño. Pese a esa salida formal, SES continuó accediendo a proyectos de infraestructura, muchas veces en UTE con otros socios, tanto en la Ciudad como a nivel nacional.

CIMA estuvo también asociada al corredor de cereales Mariano Grassi -quien esta semana presentó una propuesta para quedarse con el control de Vicentin- y en enero compró la deuda de u$s 447 millones que la agroexportadora mantenía con bancos internacionales. La operación se hizo con el asesoramiento de VALO Columbus, presidida por Juan Nápoli, quien semanas atrás había denunciado a los exdueños de Celulosa por presuntas maniobras irregulares. VALO también estuvo a cargo de la propuesta de reestructuración de deuda de la papelera.

Celulosa Argentina controla Forestadora Tapebicuá, pero, ambas, forman parte del Grupo Tapebicuá. Este último estaba en manos del empresario estadounidense Douglas Albretch y de los argentinos José Urtubey-ex vicepresidente de la Unión Industrial Argentina (UIA) y hermano de Juan Manuel, exgobernador de Salta- y Juan Collado, quienes, en un intento de inyectar fondos a la compañía, ya habían reducido su participación en la empresa.

La novedad de la venta llega en un contexto marcado por la crítica situación de la papelera, que está a la espera de la apertura de concurso preventivo luego de informar pérdidas en su último ejercicio por más de $ 172.634 millones (alrededor de u$s 117 millones). En el escrito que envió a la CNV, calificó su situación financiera como "totalmente atípica e inesperada", dados los resultados que había tenido la compañía en los periodos anteriores.