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El protocolo para ingresar a todo tipo de lugares cerrados, desde comercios hasta eventos culturales o sociales, ya es moneda corriente para todo individuo que ha vivido la pandemia durante los últimos dos años: alcohol, ya sea en gel o disuelto, y temperatura corporal.

Este último elemento que fue evolucionando a lo largo de la pandemia con cámaras térmicas y termómetros de pie ya es una constante en la convivencia con el covid-19, no obstante, un nuevo estudio indica que su uso resulta menos necesario de lo que parece.

¿Es realmente efectivo el control de la temperatura corporal como indicio de covid-19?

En principio, según el protocolo se considera que unos 37 grados corporales es una temperatura promedio aceptable para un individuo en buen estado de salud, una marca que permite el ingreso a los lugares cerrados. A partir de los 37,5°C ya se trata de una "febrícula", a la cual los expertos indican que se debe estar atento frente a posibles nuevos síntomas.

Sin embargo, Julie Parsonnet, médica especialista en enfermedades infecciosas de la Facultad de Medicina de la Universidad de Stanford, y Philip Mackowiak, profesor de Medicina de la Universidad de Maryland experto en temperatura corporal, analizaron miles de datos para llegar a una conclusión que rompe con los lineamientos de todo manual de cuidados frente a la pandemia.

Los especialistas aseguran que la temperatura corporal fluctúa demasiado como para poder establecer un promedio que indique una enfermedad. Por otro lado, específicamente en cuanto al covid-19 ambos médicos indicaron dos cuestiones que también debe tenerse en cuenta a la hora de utilizar la fiebre como indicador del virus.

En primer lugar, Parsonnet recalca que los lectores frontales de temperatura no son del todo precisos: "Si estuvieras usando un sombrero, o simplemente subieras corriendo las escaleras, la frente podría dar una lectura alta", ejemplifica.

Y en segundo lugar, no todos los infectados con el SARS-CoV-2 desarrollan fiebre, por lo que este no es un indicador fiable de que se porta el virus. Así lo ilustró el especialista de la Universidad de Maryland: "El día que di positivo por coronavirus, mi temperatura era de 37 grados. Perfecto, según un estándar de 1800.

Este estándar al que se refiere Mackowiak es el desarrollado por el médico alemán Carl Wunderlich a mediados del siglo XIX: se trata del primer estudio de temperatura corporal de la historia, en el que Wunderlich recolectó información de miles de pacientes para concluir que la temperatura corporal promedio es de 37°C.

Sin embargo, Mackowiak recalca que, pese a que este número surgió como el promedio, el mismo médico alemán nunca lo tildó de "normal": en realidad, hoy en día la temperatura promedio ronda más los 36,8°C que los 37 o 37,5°C observados por Wunderlich.

No obstante, Mackowiak y Parsonnet hicieron énfasis en un punto más que conocido por los especialistas en medicina: la temperatura corporal es increíblemente variable y depende completamente del contexto, por lo que verificar con un termómetro a cada individuo que ingresa a un lugar cerrado no es realmente un indicador fiable de covid-19.

Así lo indican tres estudios recientes: el primero de ellos, con datos de 150.280 pacientes adultos que visitaron el Stanford Health Care en los últimos 10 años, indicó que la temperatura promedio de los hombres se posa en 36,6°C mientras que la de las mujeres es levemente mayor, de 36,7°C.

Por su parte, otro estudio reciente realizado en 96 adultos dio como resultado un promedio de 36,1°C mientras que un último análisis del 2017, el cual se basó en resultados de 35.488 adultos, también estableció el promedio en 36,6°C.

Así lo explicó Parsonnet: "Es probable que la temperatura sea más baja en la mañana. Además, las mujeres tienden a tener más calor que los hombres y la temperatura tiende a bajar con la edad", ejemplificó.

Por su parte, Mackowiak concluyó: "La temperatura corporal puede fluctuar en condiciones muy frías o cálidas y con actividades como el ejercicio". Además, también influye la zona del cuerpo que se elige para realizar la medición ya que no es lo mismo la boca que la axila o el oído, mientras que los famosos termómetros que captan la temperatura desde la muñeca y/o la frente también pueden dar otros números.

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