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Las costas españolas son una de las tantas atracciones que tiene el país a nivel turístico, y de hecho son los destinos más elegidos por los viajeros al planificar sus escapadas. Sin embargo, en el resto de Europa también existen lugares maravillosos para visitar.

Es un hecho que España ha sido bendecido en cierta forma por las bellezas naturales con las que cuenta, pero eso no le quita mérito a otros países que también representan una propuesta interesante para quienes deseen realizar una escapada en algún momento del año.

Portugal es un buen ejemplo que ratifica esta teoría, y es precisamente en este país donde se halla un espectacular pueblo costero que, por el momento, sigue siendo desconocido para la gran mayoría de los turistas.

Escapadas: el maravilloso pueblo costero de Portugal que sigue siendo un paraíso escondido para muchos

Se trata de Melides, una localidad de la costa del Alentejo que poco a poco comenzó a competir fuertemente con uno de los focos turísticos más importantes y prestigiosos que hay en esa zona de Portugal: Comporta.

Escapadas: la tranquilidad de las playas de Melides y su buen clima atrae a cada vez más turistas.
Escapadas: la tranquilidad de las playas de Melides y su buen clima atrae a cada vez más turistas.

Lo atractivo de Melides obviamente está a orillas del mar, donde se puede disfrutar de una tranquilidad poco habitual teniendo en cuenta las virtudes que ofrece. Pero eso no es todo, ya que sus casas de color azul y su centro histórico también forman un cóctel más que agradable para los que llegan hasta allí.

Esta localidad pertenece al municipio de Grândola y se encuentra 130 kilómetros al sur de Lisboa, ciudad capital de Portugal. Durante los últimos años fue cobrando notoriedad, y eso se explica a partir de muchos factores como la naturaleza salvaje del lugar, la variedad de actividades y el clima agradable los 365 días del año.

Playa de Melides.
Playa de Melides.

Los lugares más destacados de este sitio son la Playa de Melides y la Playa de Viga, cada una ubicada en los extremos de la Laguna de Melides, cada una con una gran extensión para poder disfrutar todavía más del mar.