

El sistema de pensiones de España establece una edad de jubilación ordinaria que, en 2025, se sitúa en 66 años y 8 meses para quienes han cotizado menos de 38 años y 3 meses, y en 65 años para aquellos que han superado dicho período de cotización. No obstante, existen modalidades que permiten adelantar la jubilación, aunque conllevan ciertas penalizaciones económicas.
Una de estas modalidades es la jubilación anticipada involuntaria, destinada a trabajadores que, por circunstancias ajenas a su voluntad, se ven obligados a retirarse antes de alcanzar la edad ordinaria. Sin embargo, esta opción puede implicar una reducción de hasta el 30% en la cuantía de la pensión, incluso para quienes han cotizado durante 45 años.
Qué es la jubilación anticipada involuntaria
La jubilación anticipada involuntaria permite a los trabajadores acceder a la pensión hasta cuatro años antes de la edad ordinaria establecida. En 2025, esto significa que podrían jubilarse a partir de los 62 años y 8 meses si han cotizado menos de 38 años y 3 meses, o desde los 61 años si superan dicho período de cotización.

Para acogerse a esta modalidad, es necesario cumplir ciertos requisitos:
Situaciones de cese laboral: haber perdido el empleo por causas objetivas, despidos colectivos, resolución judicial, muerte, jubilación o incapacidad del empleador, entre otros motivos contemplados en la normativa laboral.
Período de cotización: acreditar al menos 33 años de cotización, de los cuales dos deben haberse cotizado en los 15 años anteriores a la solicitud de la jubilación.
Inscripción como demandante de empleo: estar inscrito en el servicio público de empleo durante, al menos, los seis meses previos a la solicitud.
Penalizaciones económicas: coeficientes reductores
A pesar de que la jubilación anticipada involuntaria se origina por causas ajenas al trabajador, la decisión de acceder a la pensión de forma anticipada es voluntaria. Por ello, la Seguridad Social aplica coeficientes reductores que disminuyen la cuantía de la pensión en función de los meses de adelanto y los años cotizados.
Estos coeficientes pueden suponer una reducción de hasta el 30% en la pensión, especialmente si se adelanta el retiro en cuatro años y se cuenta con menos de 38 años y 6 meses de cotización.

Qué deben tener en cuenta los trabajadores
Es fundamental que los trabajadores que contemplen la opción de la jubilación anticipada involuntaria evalúen detenidamente las implicaciones económicas. Aunque hayan acumulado una extensa carrera de cotización, las penalizaciones pueden afectar significativamente la cuantía de su pensión.
En estos casos, se suele recomendar la búsqueda de asesoramiento especializado y considerar alternativas, como la búsqueda activa de empleo o la formación en nuevas competencias, antes de tomar una decisión que impactará en su bienestar financiero durante la jubilación.





