

A días del cierre del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), el ministro de Economía, Martín Guzmán, jugaba los últimos cartuchos para obtener un fuerte desembolso inicial, con piso de u$S 7500 millones, para recuperar los pagos de capital del último año, cancelar el vencimiento de marzo y sumar reservas al Banco Central. Sería una manera de descomprimir presiones cambiarias, que se traducen, creen cerca suyo, en una sobredemanda de importaciones y en brecha.
La inyección de Derechos Especiales de Giro (DEG) y objetivos cumplibles en las primeras revisiones allanarían el camino para "tranquilizar la economía", el latiguillo que repitió Guzmán en sus charlas del año pasado. Para Javier Alvaredo, economista de ACM, el Gobierno adelantó gasto en los últimos meses de 2021 y eso permitiría cumplir sin inconvenientes las primeras metas de reducción de déficit.
Internas trimestrales
Pero, después de dos años y tres meses de gestión, el ministro llega desgastado, con un Gabinete que le recela y las internas que le apuntan a su cabeza. Su "segundo tiempo" incluye revisiones trimestrales del Fondo que reflotarán los tironeos internos y sembrarán dudas de cumplimiento ante cada auditoría. A la vez que el descrédito de Wall Street se plasma en todos los informes que elaboran los grandes bancos de inversión. Con ese cóctel, Guzmán deberá surfear la relación con el Fondo, intentar bajar la inflación y sostener un (moderado) crecimiento económico.

Apoyo empresario
Tendrá a su favor el crédito abierto de parte del círculo rojo. Tres empresarios consultados por El Cronista le auguraron éxito en la etapa que se inicia, su "segundo tiempo" después de los dos años y tres meses de renegociaciones por la deuda. Podrá, esperan, cumplir con las metas del programa y evitar la munición de la tropa propia.
Entienden que las posibilidades del presidente Alberto Fernández de empoderarse frente al ala cristinista de la coalición dependen de que el acuerdo funcione. "Guzmán es el garante de la racionalidad y el sentido común. Resignarlo sería resignar la política económica", sostuvo uno de ellos.
inflación y fmi
Queda flotando la duda de si esas mismas voces se alinearán con el Ministerio en la búsqueda del acuerdo de precios, cuyas reuniones se retomarían la próxima semana. Los más optimistas dicen que, con el FMI de "garante" y el compromiso de reducir la emisión monetaria sobre la mesa hay posibilidades de reducir la inflación. El último número que estimó Guzmán a fin de año, en la actualización del caído Presupuesto 2022, marcaba 38%. El 40% que propuso el ministro de TrabajoClaudio Moroni no convenció a los sindicatos.
Los subsidios
La gran pregunta es qué ocurrirá con los subsidios. La reducción de medio punto que pide el Fondo, en un contexto de suba internacional del precio de la energía y aceleración de la devaluación, requerirá un aumento de tarifas mucho mayor al 20% más segmentación que anunció el Gobierno. Para PxQ y Economía y Energía, las consultoras de Emmanuel Álvarez Agis y Nicolás Arceo, los aumentos deberían rondar el 80%. ¿Otorgará el FMI un waiver si Argentina no cumple con el único pedido concreto que hizo? ¿Y qué pasará con las tarifas en 2023, año electoral?
La rosca
La gestión del Ministerio se desdobló en las últimas semanas. A las negociaciones con el staff del FMI se sumaron pasilleos en el Congreso para explicar, alinear y contener votos. Los equilibrios en el oficialismo son precarios y el escenario que proyectan cerca del ministro prevé que habrá quórum y acompañamiento mayoritario del Frente de Todos y de Juntos por el Cambio en ambas cámaras.

Si el jefe del bloque de Senadores José Mayans blanqueó sus dudas y una treintena de diputados se abstendría, otras voces comienzan a respaldar al Ejecutivo. "Seguramente voy a ser una de las voces que van a fundamentar el acuerdo en el recinto", adelantó el diputado entrerriano Pablo Casaretto al diario Hoy. El gobernador de esa provincia, Gustavo Bordet, visitó al Presidente el jueves, acompañado por el senador Edgardo Kueider, uno de los que planteó diferencias con la conducción del FdT en la Cámara Alta.



