Luego de las negociaciones por el dictamen de la ley ómnibus, y como recompensa a los gobernadores, el Gobierno enviará este martes al Congreso el proyecto que revierte la eliminación de la cuarta categoría del impuesto Ganancias que impulsó el exministro de Economía, Sergio Massa.
Hasta el momento, según lo que dejó trascender el oficialismo, la iniciativa implicará la creación de un impuesto a los Ingresos Personales, que deberán pagar los salarios de más de $1.350.000 brutos. Y cuyas escalas se actualizarán trimestralmente con base en el Índice de Precios al Consumir (IPC) o por las modificaciones que introduzca el Poder Ejecutivo -a quien se le delegaría facultades-.
Pero la principal duda se generó respecto al último punto del comunicado oficial que círculo en las últimas horas del lunes. "Se retrotrae a septiembre de 2023, con montos actualizados", especificaron entre paréntesis.
"El impuesto a las Ganancias cerró, con la norma vigente, al 31 de diciembre de 2023, cuando el régimen cedular todavía no existía. Por más que modifiquen lo que quiera no se reliquida, está prohibida la retroactividad en materia tributaria", afirmó el contador Mario Goldman Rota.

A su vez, destacó que la confusión se puede generar a causa del trámite en el "Sistema de Registro y Actualización de Deducciones del Impuesto a las Ganancias" (SiRADIG), que realiza el empleador en marzo, luego del cierre, por alguna percepción, retención o mal cálculo del año anterior.
Montos, actualizaciones e inquietudes por la letra chica
Por indexación a la inflación desde septiembre pasado (72,78%), el Gobierno calculó que deberán pagar el impuesto los salarios que superen $1.350.000. Sin embargo, y ante la falta de conocimiento de la letra chica del proyecto, se generaron dudas entre los especialistas.
"Un dato importante a desentrañar es si es piso o mínimo no imponible", afirmó el CEO de Lisicki, Litvin & Asociados, César Litvin. Y detalló: "En caso de ser el primero, se van a producir las mismas distorsiones que con el esquema del anterior Gobierno: cuando se superaba se pagaba una escala muy alta".
A su vez, el resto de sus cuestionamientos vienen del lado del monto que fijó, ya que considera que el tope $1.350.000 "tiene gusto a poco al ser bruto y debería ser $1.800.000". Pero también por el esquema de actualización.
Las intenciones del Gobierno, según detallaron en el comunicado, sería que los montos se actualicen de forma trimestral con base en el IPC que elabora el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC), lo que para Litvin será perjudicial.
"Hay que tener una actualización mensual con base en el Salario Mínimo Vital y Móvil (SMVM)", sostuvo. Y detalló: "Un ajuste trimestral, dada la inflación que se proyecta para los próximos meses, sería perjudicial porque les da a los trabajadores menos poder adquisitivo al cobrar un impuesto retrasado".
Una postura con la que concuerda, en parte, Goldman Rota, quien sostuvo que "tendría que haber la misma periodicidad de actualización de los montos deducibles del impuesto a las Ganancias que el de las paritarias". Aunque destacó que es un avance frente al esquema anual de los años anteriores.




