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El día que la Cámara de Diputados sesione, el ahora expresidente del Instituto de Vivienda de la Ciudad de Buenos Aires (IVC), Gabriel Mraida, jurará como diputado del PRO en reemplazo de Waldo Wolff tras su renuncia para sumarse a los equipos de Horacio Rodríguez Larreta. Se trata de un referente de la religión que más creció en la Argentina.
Cuándo será la próxima sesión en la Cámara que preside Cecilia Moreau es, todavía, una incógnita. La decisión de Juntos por el Cambio de no dar quórum mientras el juicio político a los miembros de la Corte sigue en pie dificulta el asunto. Pero el día que eso suceda, el cuerpo deberá votar la renuncia de Wolff y, luego, Mraida jurará en su lugar, para sumarse al bloque PRO que lidera Cristian Ritondo.
El porteño, que fue candidato en las elecciones de medio término del 2019, cuenta con una particularidad para el Congreso: es pastor evangélico, en la Iglesia del Centro.
Pero además de predicar, Mraida trabajó -hasta hace apenas unos días- en lo que consideró la "transformación más grande de por lo menos la vuelta a la democracia en los barrios populares en la Ciudad de Buenos Aires" con un claro objetivo: integrarlos a la ciudad.
En una entrevista que concedió al canal de noticias IP, el larretista consideró que su jefe político es la persona con mayor capacidad de gestión y de transformar la Argentina y de "resolver los problemas" del país.
¿Qué implica ser pastor evangélico? "Es tener alguna responsabilidad de liderazgo en la comunidad evangélica", explicó el referente porteño, que durante el gobierno de Mauricio Macri se desempeñó como director nacional de Prevención del Delito y Violencia en el Ministerio de Seguridad de la Nación, nada menos encabezado por la principal rival de Larreta: Patricia Bullrich.
La religión que más creció
En 2008, el 9% de los argentinos decía ser evangélico. En 2019 pasaron a ser el 15,3% los encuestados que se inclinaron por esa respuesta de acuerdo a un estudio elaborado por el Conicet en todo el país y que da cuenta de un fenómeno visible: el aumento de la fe evangélica en la Argentina.
Para Mraida, su religión es la última que creció por tres motivos. El primero es que abordan temas de la vida cotidiana (el matrimonio, el trabajo); el segundo, que es muy rápida la inserción. ¿El tercero? Realiza un trabajo social muy importante. Su comunidad trabajan en cárceles, comedores, asistiendo a las mujeres que son víctimas de violencia de género y demás. De allí su capilaridad en diferentes sectores. Pero, sobre todo, en los más postergados.
Para cumplir con el "cupo evangélico" en su equipo, días antes de la renuncia de Mraida, Larreta sumó a otra referente de esa comunidad: Cynthia Hotton, que quedó al frente del Consejo Social porteño.
Hotton, además de tener una larga trayectoria diplomática, es fundadora del partido Valores para mi país y fue candidata a diputada por la provincia de Buenos Aires, cuya identidad son "los valores cristianos".
Con la mira puesta en las elecciones presidenciales, Larreta apuesta a un sector poco representado pero con muchos adeptos: los evangélicos.



