En esta noticia
La Carta de Intenciónenviada por Martín Guzmán y Miguel Pesce a Kristalina Georgieva aborda en el anteúltimo párrafo un punto que es central para el Gobierno y donde se cierra la grieta con el kirchnerismo: la posibilidad de financiarse con plazos más largos y tasas más bajas.
Fuera del argumento de que "un nuevo programa implica reconocer la deuda de Mauricio Macri", que tomaron muchos de los diputados y senadores propios que votaron en contra, una de las críticas internas fue que no presionaron por plazos más largos, los 20 años que quería Cristina Kirchner. Sin embargo, las condiciones de renegociación hasta el momento con el FMI se basaron en las líneas vigentes.
Con todo, en la carta a Georgieva, Guzmán y Pesce escribieron: "le pedimos que confirme si, en algún momento de la duración del acuerdo de facilidades extendidas, el Fondo crease una nueva línea de financiamiento con mejores términos y para la que la Argentina sea elegible, Argentina podría tener la oportunidad de utilizar esa nueva línea, en acuerdo con las políticas y procedimientos del FMI".

Ese pedido se refiere al Fideicomiso de Resiliencia y Sostenibilidad (RST, en inglés) que el FMI estructurará con las donaciones de derechos especiales de giro (DEG) de los países desarrollados. Antes de la invasión de Rusia a Ucrania, Georgieva había logrado el compromiso por u$s 60.000 millones para integrar ese fondo y esperaba llegar a los u$s 100.000 millones.
Guzmán buscará acceder a esa línea cuando esté disponible para mejorar las condiciones de financiamiento del programa actual, un Extended Facility Fund (EFF), que sólo alcanza los diez años de plazo de repago -por cómo calzan los desembolsos, los últimos vencimientos se pagarán a los doce años- y otorga 4 años y medio de gracia.
El equipo técnico del Fondo ya delineó el Resilience and Sustainability Trust con plazos de repago a 20 años y un período de gracia de diez años, enfocado en proyectos de desarrollo que incluyen, entre otros ejes, el cambio productivo a una matriz más verde. La línea de ingresos que trazaron los analistas del Fondo ponen a la Argentina en la lista de países que pueden acceder a esta línea.
En la reunión de primavera boreal del próximo mes del FMI y el Banco Mundial, se presentará formalmente el RST y se espera que esté operativo hacia fin de 2022, siempre y cuando el panorama global no complique la puesta en marcha.
la definción del fmi
El vocero del FMI, Gerry Rice, confirmó a El Cronista que el staff apoya que la Argentina pueda acceder a esa línea, en línea con la definición que reclamaba la Carta de Intención. Y aclaró que la última palabra siempre la tiene el directorio.

"Si se genera una nueva línea de financiamiento, el staff estaría de acuerdo de facilitar la negociación con la Argentina para acceder a la nueva línea", aseguró Rice. "Estamos hablando del Fondo de Resiliencia y Sostenibilidad; es la nueva línea potencial, que se espera para las reuniones de primavera (boreal)", remarcó el vocero.




