

La Secretaria de Comercio de la Nación apuesta a la información que arroje el registro de deuda comercial que abrió un mes atrás para ofrecer una salida a las empresas, principalmente pymes, que buscan regularizar sus compromisos en el exterior para normalizar el flujo de importaciones.
La incorporación de las empresas al listado de importadores que promueve la cartera que encabeza Pablo Lavigne se volvió fundamental tanto para el Gobierno como para el sector privado que demanda alternativas de pago para los proveedores del extranjero y las casas matrices.
Tras ser prorrogado por una semana y, pese a la insistencia de distintos sectores por ampliar aún más la fecha de vencimiento, el registro denominado "Padrón de Deuda Comercial por Importaciones con Proveedores del Exterior", permanecerá abierto hasta mañana 24 de enero.
Conforme a los planteos que llegaron al despacho de Lavigne, se fueron incorporando modificaciones en la Declaración Jurada Anticipada de Importación (DJDI) asociadas al registro de deuda por servicios al exterior; particularmente operaciones bajo el régimen de courier así como también los ingresos a zona franca que se ingresan sólo con factura (sin SIRASE).
Además, en relación a la subsanación de errores en el empadronamiento, desde este martes, se pueden anular las presentaciones con más de 72 horas hábiles, lo que permite volver a cargar el detalle de la deuda con fecha previa al 13 de diciembre e 2023, con rectificaciones.

De acuerdo con la última información que difundió la Secretaría, desde el 27 de diciembre el registro sumó u$s 26.000 millones. Este jueves se conocerá el nuevo corte del registro que servirá para determinar no sólo el monto total de endeudamiento sino también las prioridades de pago y características de los acreedores.
La medida se aplicó junto con la emisión del Banco Central de la República Argentina (BCRA) del Bonos para la Reconstrucción de una Argentina Libre (Bopreal) para importadores con obligaciones pendientes de pago.
Esta iniciativa financiera se plantea como solución para las grandes compañías que se endeudaron con sus propias casas matrices, sin embargo, desde el sector pyme aguardan nuevas alternativas.
Distintas entidades empresarias han reclamado un "tratamiento preferencial" para las pequeñas y medianas empresas. Como solución buscan que el Central libere un cupo de entre 20 y 50 millones mensuales, una propuesta que parece no prosperar al menos hasta marzo - abril cuando comiencen a ingresar dólares del agro.


