

La Unión Industrial Argentina (UIA) mantuvo su primer encuentro oficial con el ministro de Economía, Luis Caputo, y puso el foco en la problemática que se da desde hace tiempo, y que tiene que ver con la imposibilidad de pagar importaciones.
Esta situación se observa desde hace ya varios meses, y lo único que hizo fue empeorar, a tal punto que hoy el rojo de las empresas con los proveedores externos ya suma cerca de u$s 54.000 millones.
Durante el almuerzo, del que también participaron Juan Pazo y Pablo Lavigne, secretario de Comercio, se planteó la necesidad de encontrarle alguna solución al tema, aunque por el momento la única variable que aparece es la del bono que emitiría el Banco Central.

"Varias veces vinieron embajadores de diferentes países para marcarme el tema. No a plantear lo que podría llegar a pasar, sino lo que iba a pasar", explicó Daniel Funes de Rioja, titular de la UIA, en referencia al corte de envío de productos que se comenzaría a dar ante la falta de cobertura de ese pasivo, algo que efectivamente terminó ocurriendo.
Según explicó el directivo, esta situación incluso ya comenzó a generar algunos inconvenientes en la industria, ya que se comenzaron a ver problemas de abastecimiento. "Esto pega directamente al empleo y la actividad", dijo Funes de Rioja.
Por el momento, la situación no pareciera que vaya a cambiar. O se implementa el bono con un resultado exitoso, o las empresas financian sus importaciones con dinero propio, en definitiva algo que viene ocurriendo desde hace ya algunos meses.
"El argumento del Gobierno es claro: no hay dólares. Entonces es esto o seguir como estamos, a menos que aparezca un plan alternativo; pero por el momento es lo que hay", sostuvo el titular de la central industrial.
Se estima que cerca del 50% de la deuda que hoy mantienen las empresas argentinas (entre nacionales y filiales) es con casas matrices.
A tono con esto, lo que se comenzó a plantear por parte de la UIA es que se dispongan de incentivos a la exportación, de modo de incrementar justamente el volumen de ingreso de dólares al país.

Así, lo que se plantea es la posibilidad de disponer de esas zanahorias, sobre todo con lo que tiene que ver con las exportaciones incrementales, a cambio de la reducción de la carga tributaria.
Los industriales quisieron también conocer de cerca la perspectiva oficial en cuanto a la visión sobre la economía. Caputo planteó "meses difíciles", y sostuvo que el Gobierno entiende que "habrá que aguantar 60 días", el tiempo en el que las autoridades entienden que se podría generar un escenario algo más positivo, luego de las medidas que se dispusieron y se vayan a disponer.
Ya por fuera de la cuestión importadora, también durante el encuentro se hizo foco en temas como la reforma laboral y los movimientos de precios que se registran en los últimos días.
Funes de Rioja sostuvo que sobre el primer punto "se charló pero no se avanzó en especial", aunque sí se dejó en claro que la UIA pretende que se lleve adelante una reforma laboral.
En cuanto a los precios, indicó que los movimientos continuarán, algo que se consideró "inexorable", para que no se mantenga un atraso del tipo de cambio sobre el avance de la inflación.

Además, se volvió a reiterar que no hay voluntad del Gobierno por intervenir en los precios. "Hoy el sistema de precios es absolutamente libre", apuntó, al tiempo que resaltó que el nuevo equipo económico dejó en claro que no hay ningún tipo de "voluntad de interferencia" por parte del Estado.




