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Julio no es un mes calmo en el Mercado Único y Libre de Cambios (MULC). Por diversos factores (cobertura preelectoral, fin de la rebaja de retenciones, cobro del aguinaldo y ruido político en el Senado por proyectos para aumentar las jubilaciones y restituir la moratoria, entre otros aspectos), el dólar se ve inmerso dentro de una tendencia alcista, lo que lo llevó a cotizar a $ 1325 para la venta.

Se trata del valor más alto desde que el Gobierno, a mediados de abril, flexibilizó el cepo cambiario e implementó un régimen de flotación entre bandas (divergente). Incluso, en lo que va del mes, el tipo de cambio acumula una suba de $ 110, mientras que el dólar blue se mantiene en los mismos parámetros alcistas con un incremento mensual de $ 105.

No obstante, la decisión del Ministerio de Economía de desarmar las Letras Fiscales de Liquidez (LEFIs) derivó en una mayor volatilidad en las tasas de interés en pesos, lo cual se tradujo en la disparada del tipo de cambio como cobertura. En síntesis, esta medida también generó una fuerte presión en el MULC.

Esto ocurrió porque los agentes empezaron a ver poco atractivo volcarse a instrumentos en pesos, dado que el costo de oportunidad era mucho más bajo (la tasa de caución -instrumento similar al plazo fijo-, por ejemplo, se desplomó porque los bancos redirigieron allí parte de la liquidez que quedó "suelta" por el fin de las LEFI). Por ese motivo, el Tesoro Nacional lanzó una licitación exprés (LECAPs), fuera de cronograma, en la que buscó absorber pesos, pero solo captó apenas $ 4,7 billones.

Por eso, mientras persisten tasas altas en el mercado de deuda en pesos, el Tesoro enfrentó este martes un desafío clave: refinanciar vencimientos por $ 11,8 billones, con una propuesta que incluía una oferta de LECAPs, BONCAPs, BONCER y dólar linked. Finalmente, adjudicó $ 9,023 billones, tras recibir ofertas por $ 9,403 billones, logrando un rollover del 76,34%, pero convalidando tasas del 4% mensual para que diluir la presión cambiaria.

Para el presidente Javier Milei y su equipo económico, erradicar la inflación sigue siendo su principal objetivo, pero además su "caballito de batalla" de cara a las elecciones en la provincia de Buenos Aires (7 de septiembre) y las legislativas del 26 de octubre. Sin embargo, el dólar se acercó, como nunca en los meses previos, a la banda superior, poniendo en una encrucijada a este componente crucial para la estrategia electoral del oficialismo.

"El objetivo es el mismo: evitar que la dinámica cambiaria comprometa el sendero de desinflación, por lo menos en la antesala de las elecciones legislativas de octubre. Por ahora, esta corrección en el dólar no parece estar trasladándose a precios", destacó la consultora LCG en un informe privado, al que tuvo acceso El Cronista.

Los analistas, además, destacaron que "la artillería con la que el Gobierno avanzó para frenar cualquier escalada refleja este compromiso con la desinflación", acentuada por el objetivo de obtener un buen resultado electoral para engrosar la presencia "violeta" en el Congreso y enviarle un mensaje a los mercados respecto a la viabilidad del plan económico.

Por qué el mercado espera un dólar "más alto" en los próximos meses

"Sabemos que los datos del MULC de julio mostrarán el impacto de compras en bloque por u$s 700 M que realizó el Tesoro, el pago de Bonares y Globales por u$s 4.400 M y un ingreso del agro todavía importante debido a las últimas liquidaciones de divisas incentivada por la reducción temporal de las retenciones", subraya el documento.

No obstante, los especialistas prevén a corto y mediano plazo "menores fuentes de oferta (por cuestiones estacionales que difícilmente puedan ser compensadas por la reciente baja de retenciones), en paralelo con una demanda probablemente en alza por la usual dolarización" en la previa a los comicios de medio término.

Todo esto daría a entender que la presión en el mercado cambiario podría ir en ascenso. En una posición más cauta, el economista y director de Rafaela Capital, Fernando Camusso dejó en claro que la estabilidad cambiaria no depende, primordialmente, de la oferta de dólares.

"La coexistencia de un tipo de cambio relativamente estable va a depender más de la operatoria de liquidez en el sistema financiero, que de la oferta genuina de dólares", afirmó.

En ese aspecto, previo a que el Tesoro pasara la prueba de fuego de la licitación, precisó: "Hoy [martes] vencen casi $ 12 billones y ayer [por el lunes] salieron a tomar fondos en rueda REPO al 45% TNA, eso es una TEA del 56%. La pregunta es si la tasa realmente es endógena (sin intervención del BCRA). No parece. Veremos el resultado de la subasta".

Luego del resultado de la licitación, agregó: "Teniendo en cuenta la suba de encajes (depósitos que los bancos mantienen como reserva) a partir de agosto, el rollover no es malo. El tema es la tasa que necesitaron convalidar. Evidentemente, el objetivo de inexistencia de sobrante de pesos es clave, pero preocupa el nivel de tasas, no solo en términos fiscales, crediticio y de actividad, sino la volatilidad que meten en la curva de pesos".

En cuanto a la inestabilidad en el MULC, Camusso sostuvo que "no vemos hoy una fuerte corrección cambiaria, pero si persiste una inercia hacia la volatilidad, que no es para nada sano, corrés el riesgo de tener tasas muy altas con un tipo de cambio que no cede".

En tanto, los economistas de LCG entienden que, "en todos los casos, los precios de los futuros del dólar suponen una corrección por encima de la inflación que descuenta el mercado, lo que asume una depreciación del peso en términos reales".

Y precisaron: "Esto se explica por el deslizamiento del dólar oficial y parte por el debilitamiento del dólar respecto a las monedas de nuestros principales socios: el real se apreció 9,6% desde diciembre 2024".

Tal como adelantó El Cronista, el Banco Central (BCRA) no solo está interviniendo en el mercado de futuros para "setear" expectativas sobre qué proyecta el mercado, sino también para contenerel salto de la divisa en el marco de las tensiones preelectorales. Incluso, el volumen de contratos operados escaló a niveles que no se observaban desde hace tres años.

El mercado anticipa una corrección en el tipo de cambio, mientras el Gobierno trata de absorber liquidez y mantener "calmo" el IPC
El mercado anticipa una corrección en el tipo de cambio, mientras el Gobierno trata de absorber liquidez y mantener "calmo" el IPC

Por lo tanto, es probable que el tipo de cambio luzca menos atrasado que a principios de año, aunque para los expertos de la firma "todavía no alcanza niveles que permitan sortear a la restricción externa".

Dólar e inflación: qué factores explican un menor pass-through

En diálogo con El Cronista, Sebastián Menescaldi, economista jefe de la consultora Eco Go, explicó por qué la suba del tipo de cambio (con un incremento del 7% mensual) no incidió, en mayor medida, en el Índice de Precios al Consumidor (IPC) de julioque dará a conocer el INDEC en las próximas semanas.

"Vos tuviste suba de precios, entre marzo y abril, registradas en el INDEC. Pero después las empresas no vendían y aplicaban promociones. Lo que están haciendo últimamente es no ofrecer promociones, por lo que el precio efectivo es más alto. Lo que pasa es que en el registro no hay cambios", resaltó en primera instancia.

En esa misma línea, lo que ocurre, según argumentó, es que si bien hay una debilidad de la demanda, "las empresas están manejando diferente el traslado a precios". Asimismo, recordó que antes un salto en el dólar impactaba en la mayoría de los productos. "Ahora, [las empresas] son más selectivas sobre qué hay que incrementar", consignó.

Y remarcó: "Lo que ves es que discriminan cuánto de sus precios dependen del tipo de cambio, costo laboral, logístico y de marketing. Por eso, a diferencia de otras ocasiones, el pass-thorugh es distinto".

Según el relevamiento de precios minoristas de Eco Go, la inflación de julio podría ubicarse en torno al 1,8%, con una leve suba del 0,2% respecto a junio (1,6%). La firma estimó que el aumento de alimentos consumidos dentro del hogar ascendería a 1,5% en julio, aunque, si se incorporan los aumentos registrados en alimentos consumidos fuera del hogar (3,4%), el indicador se ubica en 1,8%.

Por su parte, desde la consultora LCG detallaron que, en medio de la tensión cambiaria, "no parece observarse un impacto contundente en precios, al menos por ahora". Pero entonces, ¿a qué se debe este fenómeno? ¿Por qué la suba del dólar no se traslada al IPC?

Con una actividad económica aplanándose, sumado a una mayor apertura de importaciones y la percepción de un cambio de régimen en materia fiscal, los analistas sostienen que estos factores "pueden estar actuando como contrapeso, achicando (o demorando) el usual pass-through del tipo de cambio a precios".

Es por eso que la firma observó, durante la cuarta semana de julio, que los alimentos y bebidas relevados presentaron una leve caída de precios del 0,2% semanal. "La inflación promedio 4 semanas desaceleró a 1,4% mensual y en lo que va del mes acumula una inflación del 0,9%", aportaron.