El Gobierno anunció un cambio en la actualización de la banda cambiaria, que pasará a seguir la inflación del INDEC desde enero de 2026, y anticipó un sendero de acumulación de reservas, pese a que el ministro de Economía Luis Caputo había dado a entender que la posibilidad de acceso al mercado le restaba importancia al refuerzo para el BCRA.
Tras conocerse la noticia, la directora de Comunicaciones del Fondo Monetario Internacional (FMI) Julie Kozack se pronunció sobre la medida: “Celebramos el reciente acceso al mercado y las medidas anunciadas para fortalecer el marco monetario y cambiario, reconstituir los colchones de reservas e impulsar reformas que impulsen el crecimiento”.
“Estamos colaborando estrechamente con las autoridades en la implementación de estas importantes medidas”, agregó la portavoz del organismo sobre el diálogo con los funcionarios del Gobierno de Javier Milei, con los que comenzará a evaluar el cumplimiento del nuevo programa en la revisión que tendrá lugar en enero.

El anuncio, que fue explicado por el presidente del BCRA, Santiago Bausili, está centrado principalmente en dos medidas: el ajuste de las bandas por inflación y el programa de acumulación de reservas, puntos que venía reclamando sistemáticamente el FMI al plantear que la política cambiaria y monetaria fuera consistente con la acumulación de reservas.
Las bandas pasan de ajustarse al 1% a hacerlo por inflación. En el segundo, el BCRA apunta a satisfacer la remonetización de la economía mediante la acumulación de reservas, que podría llegar a u$s 10 mil millones. “El objetivo es converger con la inflación internacional”, enfatizó Bausili.
“El anuncio es sumamente positivo, ya que atiende varias cuestiones del programa económico: la cercanía del nivel de tipo de cambio a la banda superior, el bajo nivel de reservas internacionales, y el desvío de la meta con el Fondo Monetario Internacional. En particular, la acumulación de reservas era el factor más demandado por el mercado”, evaluó el equipo de Research de Puente.

La definición del Gobierno sobre las bandas y las reservas rige desde el año que viene, por lo que no impactará en los números finales de 2025. Esas cifras serán auditadas por el FMI a partir de enero y se prevé que el Ejecutivo deberá solicitar un “waiver”, un perdón o una dispensa, por no llegar a la meta de reservas establecida para el año, un incumplimiento que Economía buscó desdramatizar.
Con esta nueva definición, los funcionarios se sentarán a la mesa con la misión del Fondo Monetario ya con un nuevo horizonte establecido, por lo que el waiver será una formalidad, ya con un nuevo escenario en marcha.
Quedarán dudas a despejar con la implementación. Así lo indicaron los operadores del mercado. “Todavía quedan algunas cosas para ver, en particular el modo de ejecución. Por diseño, la compra de reservas estará limitada por el volumen de operaciones en el mercado de cambio (que debería aumentar a medida que se liberen las restricciones cambiarias), por el incremento de la demanda de dinero, y por el nivel de las bandas”, agregaron los analistas de Puente.





