Lo que es una de las mayores preocupaciones del gobierno brasileño, el comercio de automóviles con México, cedió su impulso este año. La tendencia de aumento de las importaciones, caída de las exportaciones y la consecuente ampliación del déficit comercial que se mantuvo los tres años anteriores se modificó.

La renegociación del acuerdo entre los dos países para el sector automotriz -buque insignia del comercio bilateral-y cambios en la coyuntura de las economías brasileña y mexicana explica ese resultado.

Entre enero y agosto de 2013, las exportaciones brasileñas de automóviles a México crecieron 9% en comparación con el mismo período del año pasado, y alcanzaron 24.000 unidades. Por otro lado, las ventas mexicanas se retrajeron 41% y no superaron las 84.000 unidades. En 2012, en el mismo intervalo de tiempo con respecto al año anterior, la tendencia era inversa: los embarques a México habían caída 9% y las compras brasileñas de automóviles mexicanos habían aumentado 25%. Los datos son del ministerio de Desarrollo, Industria y Comercio Exterior (Mdic).

A pedido del gobierno brasileño, en marzo del año pasado se revisó el acuerdo para automóviles que sostenían ambos países. Las cuotas mínimas sufrieron un pequeño aumento. En julio de 2012, México había alcanzado la cuota de u$s 1.450 millones en ventas de automóviles a Brasil. Este año, hasta agosto, el total llegó a u$s 1.100 millones, más lejos del límite de u$s 1.530 millones para 2013 que prevé el acuerdo. Superada la cuota, los automóviles importados son tasados en 35%. Comercializadas también entre los dos países, autopartes y piezas no entran en el acuerdo, que prevé terminar con las cuotas en 2016.

La renegociación del acuerdo forzó a las multinacionales del sector, que producen con cadenas vinculadas en Argentina, Brasil y México a revisar su planificación para exportaciones e importaciones, de acuerdo con Julio Gomes de Almeida, profesor de la Universidad de Campinas (Unicamp) y consultor del Instituto de Estudios para el Desarrollo Industrial (Iedi). Este año muestra que la renegociación fue efectiva. Muchas automotrices centraban en México su planificación para la producción latinoamericana, porque es un país más barato. Existía una condición bastante especial, que hoy cambió, afirmó.

La devaluación del real, más fuerte que la depreciación del peso mexicano frente al dólar y la imposición de una tasa sobre la importación cuando se agota la cuota ayudó a revertir el escenario. Lo que se necesitaba anteriormente, que fue bloquear el paso (importación) de los automóviles internacionales, disminuyó bastante. Pronto no se necesitarán más cuotas, a menos que nuestra moneda se valorice mucho y el mercado entero vuelva a crecer bastante, explicó De Almeida.

Sin embargo, el saldo total en el comercio de automóviles, que representa cerca de 40% del comercio bilateral, sigue siendo deficitario para Brasil. En lo que va de este año, las importaciones del sector superaron las exportaciones en u$s 943 millones. En 2012, el déficit fue de u$s 1.600 millones también en los primeros ocho meses del año. El comercio total bilateral suma un déficit de u$s 1.200 millones en lo que va del año. Pero el monto es un cuarto menor que el verificado el año pasado, hasta agosto.

El cambio fue la variable con más influencia en el resultado, según el ex secretario de comercio exterior Welber Barral. Factores coyunturales resultaron más eficaces para frenar el aumento de los embarques que la renegociación.

Otro factor es el tipo de vehículo comercializado entre los países", afirmó. Brasil exporta autos populares, mientras compra vehículos de mayor valor agregado, que Barral define como de "alta gama. En la medida en que este año cayó la venta de vehículos más caros, la importación también retrocedió, dijo.

El aumento de la producción nacional de autos este año y el mantenimiento de estímulos al consumo de automóviles de parte del gobierno brasileño, como la prórroga de la exención del Impuesto sobre Productos Industrializados (IPI), también quitaron aliento a los mexicanos, según Rodrigo Branco, economista de la Fundación Centro de Estudios del Comercio Exterior (Funcex). Las medidas brindaron más competitividad al auto nacional frente al mexicano, explicó.

De acuerdo con Anfavea, la asociación que reúne a los fabricantes nacionales de automóviles, la producción aumentó entre enero y agosto 13,7% ante el mismo período del año pasado y alcanzó 2, 5millones de vehículos. México tenía cierto espacio para negociar. Si fuera con Argentina, por ejemplo, sería mucho más difícil establecer las cuotas. A pesar de haber caído, todavía tienen superávit con Brasil, agregó Branco l