Un resultado que mejorará la relación con la Argentina

 Por Juan L. Buchet, corresponsal de Radio Francia Internacional en la Argentina.

Las relaciones entre Francia y la Argentina fueron buenas durante la presidencia de Nicolas Sarkozy. Pueden ser mejores aún con François Hollande en el Elíseo.
Independientemente de las divergencias ideológicas entre el gobierno del hoy expresidente francés y el de Cristina Fernández de Kirchner, ambos países han compartido posiciones en la agenda internacional, como se ha visto en el G 20 y en los organismos multilaterales de crédito.
Por otra parte, si bien Francia ha perdido, después de la crisis de 2001-2002, el lugar de privilegio que ocupaba en la inversión extranjera en la Argentina (especialmente en servicios públicos con, entre otros, Suez en Aguas Argentinas, France Télécom en Telecom, EDF en Edenor, y en los bancos), unas 300 empresas francesas mantienen importantes implantaciones en distintos sectores. Basta mencionar a Total (primer productor local de gas, delante de YPF), Renault y PSA Peugeot-Citroën, Carrefour y Casino, Danone, Louis Dreyfus, Air Liquide, LOréal, Sanofi, entre otros grupos que son pesos pesados en sus respectivos mercados y a los que le va bien en el país.
Esta es la base, importante, de la relación franco-argentina, que no cambiará. Pero que se puede reforzar, habida cuenta de la mayor sintonía política entre el nuevo gobierno francés y el de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner.
François Hollande se ha pronunciado en contra de las actuales políticas europeas de ajuste; quiere impulsar el crecimiento económico, la inversión pública, el empleo y la reindustrialización de su país.
Si bien la Argentina no está en sus prioridades, existen nuevas coincidencias políticas que favorecen un acercamiento entre París y Buenos Aires. Y, aunque el compromiso partidario vincule al presidente electo con el socialismo argentino (Hermes Binner viajó a Francia antes de la elección para estar presente, con otros líderes socialistas, en los festejos de la victoria), Hollande privilegiará lógicamente la relación de gobierno a gobierno.
Dependerá de los asesores internacionales de cada uno de los presidentes que los mencionados vínculos ideológicos se traduzcan en un avance de las relaciones bilaterales. Pero será también fundamental que la Argentina se encamine hacia un acuerdo con el Club de París respecto de la deuda que mantiene con los acreedores públicos.
Es la persistencia de esta situación el único verdadero freno a las inversiones extranjeras en el país, ya que no les permite gozar de las garantías y cobertura de riesgo de sus agencias nacionales.

*Corresponsal de Radio Francia Internacional (RFI) en la Argentina

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