

Casi 51 millones de italianos están llamados a las urnas el domingo y lunes (24 y 25 febrero) para renovar el Parlamento. El resultado más probable es que el centro-izquierda gane estas elecciones, pero seguramente tenga necesidad del primer ministro dimisionario Mario Monti para formar gobierno.
¿Cómo se vota?
A los 47.154711 millones de electores residentes en Italia (las mujeres son dos millones más de los hombres) se añaden más de 3.5 millones de electores residente en el extranjero. En total casi 51 millones de ciudadanos eligen el nuevo Parlamento.
Tienen derecho a voto para elegir candidatos al Congreso (630 diputados) los ciudadanos mayores de 18 años, y de 25 años para el Senado (315 senadores)
¿Por qué se vota en dos jornadas?
Se votará el domingo 24 y el lunes 25. A partir de las 11 de la mañana, hora argentina, se cerrarán los comicios. Tradicionalmente se vota en dos jornadas, para facilitar que los ciudadanos acudan a las urnas. Esto ha favorecido siempre una alta participación de los italianos en las elecciones. En las últimas generales, celebradas el 12 y 13 de abril, la participación fue del 80,5 por 100.
¿Quiénes son los principales candidatos y coaliciones?
Coalición de centro izquierda
Pier Luigi Bersani (Bettola, Reggio Emilia, 1951) , secretario del Partido Democrático (PD), fue designado líder de la coalición mediante elecciones primarias, a doble turno, abiertas a los ciudadanos italianos, incluso aunque no estuvieran inscritos en los partidos que las promovieron.
Además del PD, en el ala izquierda de esta coalición se sitúa Izquierda, Ecología y Libertad (SEL, siglas en italiano), partido liderado por Nicki Vendola (Bari, Apulia, 1958), presidente de la región de Apulia, en el sureste de Italia.
Coalición de centro-derecha
El exprimer ministro Silvio Berlusconi es, a sus 76 años, fundador del Pueblo de la Libertad (PDL) y el líder de la coalición, aunque ha señalado que en caso de victoria no volverá a ser primer ministro, sino titular de la cartera de Economía. Prometió que sería el secretario del Partido Angelino Alfano (Agrigento, Sicilia, 1970) el eventual jefe de gobierno. Berlusconi tuvo que aceptar renunciar a la candidatura de primer ministro por imposición de su aliado la Liga Norte, cuyas bases protestaron contra los casos de corrupción en los que se ha visto envuelto el Cavaliere. Para aliarse con Berlusconi, el nuevo secretario de la Liga Norte, Roberto Maroni obtuvo ser el candidato de la coalición de centro derecha en las elecciones regionales en Lombardía, que se celebran en las mismas fechas.
Además del PDL y Liga Norte, forman parte de la coalición otras formaciones menores.
Coalición de centro
El líder es Mario Monti (Varese, 1943), que ha creado la llamada “Lista Cívica para Mario Monti”, integrada por personas de la sociedad civil, profesores, empresarios y profesionales pertenecientes a diversos movimientos y asociaciones, entre ellos Italia Futura de Luca Cordero de Montezemolo.
El proyecto de Monti es apoyado por dos partidos: la Unión de Demócratas de Centro (UDC), de Pierferdinando Casini, y Futuro y Libertad (FLI), de Gianfranco Fini.
El Movimiento 5 Estrellas
El cómico Beppe Grillo (Génova, 1948) es el líder de este movimiento fundado en octubre del 2009, que surge en la web, con un influyente blog firmado por el propio Grillo. En este movimiento antisistema, con una crítica feroz a la clase política, confluyen temas de ecología y promueve la participación directa de los ciudadanos en la gestión pública por medio de la democracia digital. Los candidatos fueron elegidos mediante vídeos colgados en Youtube. El Movimiento 5 Estrellas se presenta solo.
Revolución civil
El magistrado Antonio Ingroia (Palermo 1959) es el líder de esta nueva sigla, que se presenta sola, pero en ella confluyen diversos movimientos y partidos menores, entre ellos Italia de los Valores, del exmagistrados Antonio Di Pietro.
¿Porqué el mundo está atento de los comicios?
Está en juego la continuidad de las necesarias reformas políticas y económicas en Italia. Un resultado que haga ingobernable el parlamento agravará aún más la crisis económica italiana y hará más vulnerable a la eurozona.
El rol de las encuestas
Un sinfín de indiscreciones ha corrido en los últimos días de campaña electoral, por la prohibición que existe en Italia de no hacer públicos sondeos electorales dos semanas antes de los comicios. Los partidos y grandes grupos empresariales hacen diariamente sus propias encuestas. La mayoría coincide en que la coalición de centro-izquierda que lidera el secretario del Partido Democrático, Pier Luigi Bersani, obtendría cerca del 35 por 100 de los votos. Silvio Berlusconi se situaría como máximo en el 28-29 por 100.
La gran inquietud de los partidos es el alto número de indecisos: según escribía el experto Renato Manheimer, en el Corriere della Sera, el 30 por 100 de los electores (cinco millones) no había decidido aún si votar o por quién. En las últimas elecciones, en el 2008, el 20 por 100 de los electores esperó hasta la víspera electoral para decidir el partido por el que votar.
¿Podría volver Berlusconi al Gobierno?
El gran temor en los mercados financieros y en Europa es la vuelta de Berlusconi, posibilidad que se califica de “catástrofe” por el desprestigio y falta de credibilidad del exprimer ministro. Antes de comenzar la campaña electoral la vuelta de Berlusconi se consideraba imposible, porque las encuestas lo daban por muerto políticamente. Pero gracias a una serie de promesas que ha hecho en la campaña, aunque son irrealizables, y gracias a la televisión, Berlusconi ha resucitado con encuestas más favorables.
¿Cómo funciona el sistema electoral italiano?
La ley electoral italiana es muy compleja. En sustancia, se trata de un sistema proporcional que prevé listas cerradas, donde el elector no elige directamente a los candidatos, sino que son los dirigentes del partido los que , al elaborar las listas, deciden ya quiénes podrán entrar en el Parlamento. Para obtener escaños en la Cámara un partido si se presenta solo, sin coalición, debe superar el umbral del 4 por 100, y del 8 por 100 para el Senado.
Se pretendió con este límite evitar la fragmentación política y obligar a los partidos a formar coaliciones. Para obtener escaños en la Cámara cada coalición debe obtener al menos el 10 por 100 de los votos nacionales. Para el Senado, acceden al reparto de los escaños las coaliciones que hayan obtenido al menos el 20 por 100 de los votos válidos. En la Cámara, la coalición más votada obtiene un plus o premio de mayoría, logrando el 55 por 100 del total de los escaños, que son 630.
También en el Senado (315 escaños) está prevista esa bonificación o premio de mayoría, pero no se otorga como en la Cámara a la coalición más votada a nivel nacional, sino teniendo en cuenta los votos de cada una de las 21 regiones del país, lo que puede determinar una mayoría diversa en cada cámara.
¿Qué regiones son decisivas?
El centro-izquierda obtendrá, según las encuestas, la mayoría en la Cámara. Para el Senado, cuatro son las regiones decisivas: Lombardía, Sicilia, Campania y Véneto. En principio, los resultados más inciertos están en las dos primeras, mientras en Veneto parece asegurada la victoria para el centro-derecha, y la Campania para el centro-izquierda.
El Partido Democrático confiaba en la Lista de Monti para obtener la mayoría en el Senado, pero el profesor corre el riesgo de no ser, como esperaba, decisivo en esa Cámara.
El mayor riesgo para el centro-izquierda está en Lombardía, región que por ser la más poblada cuenta con 49 escaños, y 27 de ellos se adjudican a la coalición más votada.
El resultado más probable es que el centro-izquierda tenga necesidad de los senadores que logre la Lista de Mario Monti, pero incluso esta posibilidad se cerraría si se produce una debacle electoral del profesor.
¿Cuál es el escenario y gobierno más probable?
Las encuestas indican que, aunque el centro-izquierda obtendrá la mayoría en la Cámara de diputados, no será así en el Senado. Tanto el líder del Partido Democrático, Pier Luigi Bersani, como el primer ministro dimisionario, Mario Monti, después de atacarse a veces duramente durante la campaña, en los últimos días han abierto a la posibilidad de una alianza de gobierno tras las elecciones. Es lo que desean y esperan las chancillerías europeas y los mercados financieros, confiando en no ver una Italia ingobernable, lo que sería un grave riesgo para Europa y el euro. En todo caso, el próximo gobierno italiano dependerá del voto del Senado.
A pesar de las muchas especulaciones que se hacen sobre el resultado final, Nicola Piepoli, presidente de una de las más conocidas sociedades de sondeos de opinión, considera que “el veredicto de las urnas será claro”. “En el primer puesto, casi inmóvil, se ha mantenido en las encuestas de los últimos días la coalición de centro-izquierda, mientras el resto ha reducido sus porcentajes, incluido Berlusconi. Solo ha crecido Grillo, cuyo Movimiento 5 Estrellas es el tercer partido, pero podría superar a Berlusconi”













