

Con la certeza de que la catarata de irregularidades en las elecciones de Tucumán le regaló a Mauricio Macri una valiosa foto con los referentes de distintas fuerzas que lo colocó como el líder de la oposición, los hombres más conspicuos del PRO ajustan por estas horas la estrategia de campaña para que su jefe político llegue al ballottage el 22 de noviembre. El objetivo es lograr una escena similar con Sergio Massa y Margarita Stolbizer el día después de los comicios generales, ya de cara a la segunda vuelta. Pero saben que los dos meses que faltan para el 25 de octubre suelen ser una eternidad en la política argentina y prefieren mantener la cautela e ir variando la estrategia con el correr de los días.
Por ahora, la mesa de comando del PRO liderada por Marcos Peña y Emilio Monzó llegó a la conclusión de que es más conveniente concentrar la campaña en el centro del país, es decir en las provincias con mayor peso electoral, que en las pequeñas del NOA y NEA, donde sólo profundizarán la fiscalización frente a lo que consideran gobiernos con prácticas feudales. En esa línea, en los próximos días Macri se enfocará en Córdoba, Santa Fe, Mendoza, Entre Ríos y Buenos Aires, en especial en el conurbano. Y lo hará a bordo de un motorhome, con el objetivo de recorrer pueblo por pueblo de manera confortable. Lo mismo hará su compañera de fórmula, Gabriela Michetti, aunque en casas rodantes separadas para abarcar la mayor cantidad de ciudades posibles en menor tiempo.
Macri arrancará la gira mañana en el Chaco, donde el 20 de septiembre se elige gobernador. Allí demostrará con la postulante del frente Cambiemos, Aída Ayala, y con los 69 candidatos a intendentes de la provincia. El miércoles viajará a Entre Ríos, donde recorrerá Concordia, Concepción del Uruguay y Colón junto al candidato Alfredo de ngeli, y el titular del Banco Ciudad, Rogelio Frigerio. Al día siguiente visitará Santa Fe con sus referentes Miguel del Sel y Anita Martínez, y al candidato a senador Carlos Reutemann.
El líder del PRO alternará los viajes al interior con al menos una recorrida por el conurbano bonaerense cada semana. El sorprendente crecimiento de su candidata, María Eugenia Vidal, lo ilusiona con dar un batacazo en el mayor distrito electoral del país. Por caso, la mesa chica maneja encuestas que ya la ubican por encima del postulante kirchnerista Aníbal Fernández, aunque con un alto nivel de indecisos. Incluso, creen que es Vidal la que arrastra hacia arriba a Macri en la Provincia. La pésima imagen del jefe de gabinete se ha convertido en una oportunidad única.
Córdoba es otra de las provincias a conquistar. En el PRO van por los votos cosechados por José Manuel de la Sota poco más de 1,4 millón en las PASO con una certeza histórica: el comportamiento del elector cordobés en los últimos años ha sido antikirchnerista, dicen. Y están convencidos de que por su pasado K, Sergio Massa no podrá contener esos sufragios dentro de la alianza UNA. Macri irá a Córdoba la semana próxima, donde el 13 de septiembre habrá elecciones en la Capital.
En cuanto al discurso, tanto Macri como Michetti irán endureciendo las críticas al oficialismo. La senadora será la encargada de cuestionar a Cristina Kirchner, tal como lo hizo el fin de semana: "Es una máquina de maltratar", dijo de la Presidenta. Macri, en tanto, se concentrará en el postulante K Daniel Scioli, con el objetivo de polarizar la elección.










